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INTERNACIONAL

CHILE: BASTA DE REPRESIÓN. DEROGACIÓN INMEDIATA DE LA LEY DE SEGURIDAD INTERIOR DEL ESTADO

Viva la lucha de Aysén y de los estudiantes

El gobierno del empresario Sebastián Piñera viene acrecentando su política represiva y criminalizadora contra las movilizaciones y los luchadores sociales en Chile.

Natalia Cruces

22 de marzo 2012

Represión en Aysén y a las movilizaciones estudiantiles

El gobierno de la derecha viene reforzando su política represiva para enfrentar las luchas y movilizaciones. Es que la derecha no sabe otra cosa que aplicar mano dura, reprimir, criminalizar y perseguir las movilizaciones sociales, tal como sucedió durante el año 2011 con el movimiento estudiantil y como se vio en la marcha del 15/3, convocada por estudiantes secundarios, donde se denunciaron casos de tortura y detenciones ilegales.
Estos últimos días ha redoblado la presencia de carabineros en Aysén, lo que ha sido rechazado por la población. La noche del 21/3 se produjeron los incidentes más graves, cuando los trabajadores y pobladores buscaron impedir la llegada de los carabineros cortando las calles con barricadas y bloqueos de caminos y puentes. Carabineros comenzó a reprimir, deteniendo, golpeando, usando balines de goma, cortando los teléfonos celulares e internet para impedir las comunicaciones, ingresando ilegalmente a las casas para detener a dirigentes, lanzando lacrimógenas contra hospitales y hogares particulares. Observadores de derechos humanos han denunciando la escalada represiva, con decenas de heridos, personas que han perdido la vista, golpes, amenazas de muerte, uso de balines de acero, el estado de sitio de hecho en estas ciudades y todo tipo de aprestos ilegales.
Los dirigentes de Aysén, como Iván Fuentes, fueron los que aceptaron las condiciones del gobierno para “dialogar”: bajar los cortes de caminos o aceptar las mesas de trabajo que sólo sirvieron para desviar la discusión y ahora proponen bajar los bloqueos para que el gobierno retire las querellas de Ley de Seguridad Interior del Estado. Esta política de ceder permitió un retroceso momentáneo del movimiento, mostrando al gobierno como dialogante y dándole tiempo para pasar a la ofensiva. Por el contrario, el único camino para imponer sus condiciones es recuperar la movilización, desplazando a estos dirigentes del diálogo y convocando a un paro nacional en apoyo a sus demandas y a unificarse bajo una Asamblea Obrera y Popular, que funcione con democracia directa, con delegados de los distintos sectores, revocables, negociaciones públicas. El primer paso para volver a negociar debe ser exigir el retiro inmediato de las querellas, la derogación de la Ley de Seguridad Interior del Estado y el retiro inmediato de todas las fuerzas represivas.

La movilización estudiantil del jueves 15/3 mostró la disposición a la lucha de importantes sectores de los secundarios y universitarios, los que salieron a marchar a pesar de que sus dirigentes oficiales, como Gabriel Boric (FECh) no sólo no convocaron sino que vienen desmovilizando desde el año pasado. A pesar de las expulsiones y cierre de colegios, más de 5.000 estudiantes salieron a marchar. La respuesta del gobierno: represión y más de cincuenta detenidos, con denuncias de golpes y tortura. Durante estos días se realizó también la movilización en la ciudad de Calama, con más de 15.000 personas, y se prepara una en la ciudad de Concepción, golpeada por el terremoto.

Por una coordinadora nacional de lucha

En Chile se está abriendo una profunda crisis de toda la herencia de Pinochet: ayer fueron las movilizaciones en Punta Arenas, la lucha estudiantil de universitarios y secundarios, hoy el pueblo pobre y trabajador de Aysén.
Las direcciones oficiales del movimiento obrero, con Arturo Martínez en la CUT, nada han hecho por impulsar una movilización y un paro nacional en apoyo a la lucha de los trabajadores y el pueblo pobre de Aysén.

Es necesario coordinar todas las luchas y demandas que están en curso en una Coordinadora Nacional de Lucha, para potenciar y unificar las diferentes demandas. Para eso hace falta desplazar a los dirigentes del diálogo y la desmovilización, desconfiando de los políticos patronales de la Concertación y la derecha y su parlamento.

Hace falta impulsar una Asamblea constituyente libre y soberana, basada en la movilización obrera y popular, que permita discutir la falta de derechos a la educación y la salud, las privatizaciones, la entrega de las riquezas naturales a los empresarios nacionales y extranjeros, el fin del régimen binominal (donde alternan el poder la Concertación y la derecha) y las leyes represivas, los salarios de hambre y las leyes antiobreras.

21 de marzo de 2012

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