En la Ciudad de Buenos Aires la educación está atravesando una enorme crisis. Y no se trata sólo del conflicto salarial. Problemas graves de infraestructura, pésima calidad de los alimentos para niños y niñas (incluso con menúes peligrosos para su salud), recorte de becas, superpoblación, etc.

Las cifras denunciadas son contundentes. En infraestructura escolar sólo se ejecutó el 6% del presupuesto que estaba asignado a construcción de escuelas. Macri insiste que plata no hay pero la Ciudad con más altos ingresos en impuestos promueve negocios para los amigos empresarios. Es más, para las partidas de las obras se consideran las variaciones de inflación de consultoras privadas, mientras que para los salarios corren los índices truchos del IndeK.

La docencia porteña en lucha

Frente a esta realidad hace meses que la docencia porteña viene dando respuesta con paros, movilizaciones y varias acciones callejeras.
Esta semana los sindicatos, desconociendo el contundente mandato de paros progresivos de las escuelas, definieron instalar una carpa en la Jefatura para confiar a la Legislatura la resolución del conflicto.

Durante el inicio de esa vigilia de 100 horas frente a la Jefatura de Gobierno la Guardia de Infantería, la policía y decenas de efectivos de civil, rodearon y golpearon a los docentes con palos, escudos y aerosoles con gases lacrimógenos y vomitivos.

Palos si, pesos no

Este miércoles las comisiones de Educación y Presupuesto y Hacienda de la Legislatura porteña aprobaron el proyecto de Ley que autoriza al Ejecutivo de la Ciudad a reasignar partidas presupuestarias para solucionar el conflicto. Es decir que se autorizó sacar presupuesto de algún área, para educación, y no discutir el aumento del presupuesto. Macri rechazó incluso esta facultad, y sosteniendo que el problema de la educación somos los docentes que hacemos paro.

Desde el gobierno de la Ciudad insisten que plata no hay. Sin embargo para la educación privada ya aseguraron, mediante el voto en la Legislatura (del PRO, del kircherismo y el ARI) 100 millones de pesos más, que se suman a los 45 millones que ya reciben por mes las empresas de la educación, es decir el dinero que se necesita para darle un 20% a toda la docencia.

Sigamos con un verdadero plan de lucha

Para la semana próxima tenemos planteado seguir con un paro de 48hs., y luego un paro sin fecha en noviembre.

Pero no está clara la continuidad.

Los ataques del macrismo son fundamentalmente contra los trabajadores, la juventud y el pueblo pobre. Las respuestas deben fortalecerse en la unidad para parar esta política de ajuste y represión y profundizar el plan de lucha para ganar.

La respuesta de la docencia se mostró ante la represión. Pero también se demostró que no alcanza con una carpa con los dirigentes de los sindicatos, con medidas aisladas. Para sostener la carpa o cualquier otra medida se necesitan paros, discutidos y votados desde las bases, y progresivos.

Para enfrentar al derechista de Macri, que sigue mostrándose inamovible debemos lanzar un plan de lucha contundente, basado en la organización por escuela y por distrito, votado en una gran asamblea general con mandato, impuesto a las direcciones sindicales.