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Vértigo en la economía mundial

Con la combinación de la crisis europea y norteamericana y el trasfondo grotesco de la negociación "in extremis", la economía mundial está transitando una situación inédita desde el punto de vista histórico.

Paula Bach

5 de agosto 2011

Vértigo en la economía mundial


Con la combinación de la crisis europea y norteamericana y el trasfondo grotesco de la negociación "in extremis", la economía mundial está transitando una situación inédita desde el punto de vista histórico. Un vértigo incesante se ciñe sobre Estados Unidos y Europa. El mundo espera la opinión y la acción de las calificadoras que son las que parecen dar el veredicto final. Tras el acuerdo alcanzado por Obama y los Republicanos, las agencias mantuvieron la calificación AAA de la deuda norteamericana pero Moody’s y S&P la pasaron de "estable" a "negativa". Ya le habían rebajado la nota a Grecia sin llegar al grado de default. Se mantuvo una tensa calma tras la cumbre en la zona euro mientras se desataba la crisis en el Capitolio. Con el cierre del acuerdo entre Demócratas y Republicanos, comienzan fuertes caídas de las bolsas a los dos lados del Atlántico. El oro, los bonos alemanes y el marco suizo están actuando como refugio alternativo de valor ante la caída del dólar y del euro. Suiza anunció que va a incrementar la liquidez y redujo el margen de fluctuación de la tasa libor (su principal instrumento de política monetaria) en un 0,5%. A la vez los bonos del tesoro continúan atrayendo masas incrementadas de capitales debido a las escasas fuentes de seguridad internacional existentes.

¿QE3? y Fondo de Estabilización Europeo

En EEUU el Dow Jones cayó 8 días consecutivos cuestión que parece que sólo sucedió 7 veces en la historia, incluyendo el año en el que EEUU entró en la Segunda Guerra Mundial. En Europa, por las ventas de acciones de esta semana, se esfumaron más de 400.000 millones de euros de capitalización del mercado de índices líderes de Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, España y Holanda o lo que es lo mismo, casi el equivalente al volumen con el que cuenta el Fondo de Estabilización Europeo para efectuar rescates.
La muy aludida máxima de Churchill que decía que "Estados Unidos siempre hace lo correcto después de agotar todas las alternativas" caracteriza bien ahora el modus operandis tanto de EEUU como de Europa.
Existe de hecho una fuerte presión en Europa para que se ponga en práctica el plan de rescate a Grecia, que el BCE active compras en los mercados secundarios por un volumen mayor de lo que lo está haciendo o que incrementen el monto del Fondo de Estabildad Europeo para asegurar un eventual rescate de Italia y/o España (4ta. y 3era. economías de la zona, respectivamente). En una acción que resulta insólita, la calificadora de riesgo S&P le exigió al BCE que intervenga. Esto es un "diálogo" que se da directamente "sobre la cancha". Las agencias empujan la caída y mientras le avisan a los gobiernos u organismos monetarios qué es lo que tienen que hacer para que ellos dejen de apretar. A su vez los gobiernos y cumbres arriesgan planes tanteando la reacción de los mercados y las calificadoras.
Ante la muy mala perspectiva de la economía norteamericana y de las acciones, el Dow Jones, el Nasdaq y el S&P 500 cerraron los 3 ayer en terreno positivo. Se especula que esto responde a que se estaría preparando una nueva ronda de medidas monetarias, un QE3.

Límites de la intervención estatal

Puede interpretarse que esta forma de acción al límite, al filo del abismo, esta parodia de negociación in extremis de gobiernos, congresos y cumbres, frente a la mirada amenazante de las calificadoras, se corresponde tanto con el peso del capital financiero globalizado representado en las agencias como con la limitada capacidad de acción con la que hoy cuentan los Estados. Lo que está sucediendo, la forma en la que se están desarrollando los acontecimientos son una prueba de esa limitada capacidad de acción. No hace falta esperar mucho, ya se puede ver que no están pudiendo actuar como lo hicieron luego de la crisis de Lehman. La base estructural de la situación de debilidad es que se están combinado elementos claramente recesivos (situación de Estados Unidos y zona euro) a la vez que se están aplicando cada vez peores ajustes y recortes. Esta situación es evidente que no tiene un "buen final". En última instancia sería algo así como dejar actuar la crisis...Es una situación que en cierto modo se parece a 1937 en EEUU cuando Roosevelt retiró los estímulos. Una gran diferencia es que en el ’37 la economía no estaba cayendo. La caída comenzó cuando se retiraron los planes. La situación actual es en un sentido peor porque la caída ya comenzó y paralelamente se produce el retiro continuo de estímulos y el incremento de ajustes y recortes. Este es en gran parte el límite que tienen los Estados para intervenir evitando un nuevo Lehman por más que lo quieran. Es obvio que la burguesía ha sacado sus lecciones tanto de los años 30 como de Lehman por lo que no es muy difícil imaginar que desean evitar un nuevo Lehman. El problema es que para evitar un nuevo escenario parecido al de fines de 2008 es probable que necesiten aplicar una cantidad de recursos que son precisamente los que están intentando reducir. Hay una especie de contradicción en los términos entre el retiro de los planes, recortes de gastos, etc. e intervención lo suficientemente contundente para evitar un nuevo Lehman. Aunque no puede descartarse la aplicación de planes más contundentes como último recurso, parecería ser que estos elementos son los que están detrás de esta situación explosiva que no deja de desarrollarse ni termina de explotar.

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