Este 24 de marzo volveremos a las calles en todas las ciudades del país en otro aniversario del golpe de Estado.

Marcharemos de Congreso a Plaza de Mayo en una gran convocatoria unitaria de más de 300 organizaciones de los derechos humanos, sindicales, estudiantiles y de la izquierda agrupadas en el ‘Encuentro Memoria, Verdad y Justicia’. Porque el reclamo de terminar con la impunidad de los crímenes de la dictadura de Videla y Martinez de Hoz que destruyó una generación entera de luchadores que cuestionaba el sistema capitalista, sigue vigente.

Marcharemos para decir que los imperialistas, como Hillary Clinton que aplaude a los Kirchner por el pago de la deuda externa y se acaba de entrevistar con la presidenta, estuvieron entre los principales fogoneros del golpe. Como también lo hicieron en Chile preparando a las fuerzas armadas pinochetistas que hoy patrullan las calles de los pueblos pobres devastados por el terremoto y la miseria. Los mismos imperialistas que hoy vuelven a apoyar el golpe en Honduras o aprovechan la catástrofe en Haiti para militarizar y poner bajo su bota a ese oprimido país hermano.

Marchamos para decir que es falso que este gobierno haya terminado con la impunidad a los militares. Como acaba de confesar uno de los implicados en el genocidio, el capitán Adolfo Donda enjuiciado por crímenes que cometieron en el centro de detención que funcionaba en la ESMA: “Fue una actuación institucional, de toda la Armada”. El propio represor confirmó lo que venimos denunciando quienes sostenemos que el genocidio de los militares es cubierto por un gran pacto de impunidad de esta democracia de los ricos: “La Armada negoció con el poder político quiénes iban a declarar” a la salida de la dictadura.

La oposición patronal que hoy se viste de “republicana” y le dio cientos de intendentes a la dictadura, apoyó bajo el gobierno de la UCR de Alfonsín las leyes de impunidad para sus crímenes. Y aunque fueron anuladas bajo el gobierno de los Kirchner, gracias a la constancia de años de lucha, solo un puñado de 64 represores han sido condenados cuando existían más de 500 centros clandestinos de detención. Julio López está por segunda vez desaparecido y no hay un solo imputado. Las fuerzas policiales, con 4000 agentes en funciones en la Bonaerense que vienen de la dictadura, asesinaron a más de 2500 jóvenes por "gatillo fácil" y junto a la gendarmería siguen reprimiendo, como volvimos a ver en Kraft o en la rebelión contras las mineras en Andalgalá.

Por ello, el acto unitario de este 24 de marzo será independiente del gobierno y la oposición patronal. Los mismos que hoy se pelean por ver quien mejor paga la deuda externa, ya sea mediante decretos o con leyes; para “honrar” ese fraude que somete al país y que, precisamente, fue generado en su inicio por la dictadura militar genocida a sangre y fuego para beneficiar a toda la clase capitalista.

Los empresarios: promotores del genocidio

La clase que hoy se agrupa en la Sociedad Rural, en la Asociación de Empresarios “Argentinos” o en la Unión Industrial, que reclama “seguridad jurídica” y “terminar con el efecto Kraft”, fue la que hace 34 años le reclamó a los militares terminar con la “indisciplina en las empresas” e hicieron desaparecer a miles de delegados obreros.

Por toda esta clase social habló el ministro de Economía de la dictadura Martínez de Hoz, cuando confesó ante una Comisión Bicameral en 1985: “Siendo yo presidente del Consejo Empresario Argentino, en el año ’75, fui con un grupo de empresarios a visitar a Videla y le expusimos nuestra preocupación de (...) que se debía asegurar el imperio del orden por sobre todas las cosas”.

Las familias de la “burguesía nacional” que acumularon a costa de nuestro trabajo, compraron campos y viven de arriba, hace 34 años creaban otra especie de “campos”, campos de concentración, a veces en los mismos predios de sus propias empresas como los Acevedo que en Acindar permitieron la instalación de un cuartel de la policía dentro de la planta, aún antes del golpe, como centro de detención. Como los dueños de los Astilleros Astarsa, los Braun Menéndez descendientes de los Menéndez Behety asesinos de obreros en la Patagonia, o los Blaquier del Ingenio Ledesma en Jujuy que para facilitar la represión produjeron un apagón en la ciudad y atropellaban con topadoras el local del sindicato.

Por supuesto, también las multinacionales automotrices que son hoy la industria mimada del gobierno de los Kirchner y proyectan récord de producción, fueron responsables del genocidio. Como la Ford, proveedora de los “Falcon verdes” a la dictadura, y cuyos gerentes colaboraban en la desaparición de delegados de la planta de Pacheco, o Mercedes Benz que en complicidad con los los jerarcas sindicales del Smata, entregaban a los obreros al ejército.

Es la misma clase social de las patronales agrarias que hoy piden baja de impuestos mientras se llenan los bolsillos con la exportación de soja y mantienen bajo leyes de la dictadura a gran parte de los peones rurales, o las corporaciones industriales que generaron 200 mil despidos durante el 2009 y ahora aumentan los precios para hacerse un colchón de ganancias mientras pactan un techo salarial en las paritarias con el gobierno y la cúpula de CGT.

Por todo esto, es una estafa política que el gobierno quiera usufructuar la fecha del 24 de marzo para sus propios intereses en la pelea entre los de arriba, intentando convencer que los “golpistas de ayer son los destituyentes de hoy”, cuando, en realidad, hay golpistas apoyando uno u otro de los bandos políticos patronales. Ni la Justicia -que los medios ponderan como “garante de la institucionalidad” siendo que cientos de jueces en actividad fueron designados por la dictadura- ni este gobierno, ni ningún otro gobierno de los capitalistas, se animará a poner en el banquillo de los acusados a los empresarios que en 1976 conspiraron y colaboraron con el genocidio de una generación de obreros y estudiantes que amenazaban su dominio.

A la Plaza con la nueva generación obrera

Lamentablemente, el gobierno anunció una verdadera provocación al anunciar un megafestival custodiado por el aparato oficial a la misma hora que se anunció el acto del Encuentro Memoria Verdad y Justicia, en un intento de impedir el acceso de los organismos de derechos humanos que no le responden y a la izquierda. ¿Un operativo para proscribir a la izquierda, nada menos que en el aniversario del inicio de la dictadura? Asi como acompañamos, desde los años de plomo, al primer grupo de Madres de Plaza de Mayo que se animó a las primeras rondas alrededor de la Pirámide, estaremos en la Plaza de Mayo como cada 24 de marzo.

El PTS te invita a marchar al acto unitario junto a miles de luchadores de izquierda y los derechos humanos. Marcharán al frente de nuestra columna nuestros compañeros y compañeras hijos y familiares de desaparecidos, luchadores en la causa contra el genocidio, como los abogados del CeProDH presentes en los juicios contra los militares. Estarán también los dirigentes estudiantiles que mostraron un ejemplo de unidad obrero-estudiantil durante la gesta de Kraft con acciones callejeras, cortes de la Panamericana, escrachando a las corporaciones golpistas como la Copal y la UIA, y a la propia embajadora norteamericana cuando pisó la universidad de Mendoza. La columna del PTS estará encabezada, especialmente, por muchos de los principales referentes del sindicalismo de base que -como en Kraft y Pepsico acaban de mocionar un 35% de aumento salarial para todos o los delegados del subte que han vuelto a las calles para reclamar por su sindicato independiente de la burocracia sindical-, recorre el movimiento obrero poniendo en pie a una nueva generación de luchadores.