Los diarios de la semana trajeron la ‘buena nueva’: la asociación entre Porsche y Volkswagen hizo realidad la empresa más rica del mundo, valuada en 370.000 millones de dólares. Para seguir robando trabajo obrero (¿o cómo se hicieron tan ricos?) decidió recortar turnos y horas extras en Córdoba, y despedir en México y en el Este europeo.