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Nacionales

Unir a decenas de miles para dirigirnos a millones

22 de noviembre 2002


Duhalde –ubicándose como el jefe del "centro" del PJ– consiguió un tiempo para ‘hacer el aguante’ hasta conseguir un candidato y una fórmula continuista de su gobierno. Su promesa de renuncia voluntaria el 25 de mayo y el cronograma electoral consensuado por los gobernadores y jefes de bloque con elecciones el 27 de abril (la inevitable segunda vuelta electoral sería una semana antes de la asunción del nuevo presidente) es una apuesta para impedir ser el blanco de cualquier reclamo obrero y popular, intentando aparecer como un gobierno estable que "pilotea" con éxito su retirada en orden.
El silencio de la diputada Carrió y del ARI (incluidos los diputados pertenecientes a la CTA), no fue casual. El acuerdo de Olivos le viene como anillo al dedo para poder realizar su campaña electoral cómplice con el "viejo régimen".

Un régimen que no sólo quiere garantizar la perpetuidad de todas sus hediondas instituciones y su personal político, sino que lo único que tiene para ofrecer es hambre para millones.
El Estado de los patrones tiene su política paliativa: luego de perpetuar el saqueo más grande de la historia al salario, de destruir casi 400 mil puestos de trabajo en once meses y mandar a más del 50% de la población a la pobreza, ofrece los miserables 150 lecop del Jefas y Jefes, los 100 pesos para un pequeño sector de asalariados y el patético show de «intervenciones sanitarias» a provincias donde hace meses se muere un pibe con hambre por día, como Tucumán. Migajas.

Así como en diciembre evitaron que los principales batallones del movimiento obrero entrasen en escena, hoy la burocracia sindical es cómplice y en última instancia, la base de la perpetuación del régimen de hambre.
Los trabajadores con su peso en la industria y los servicios, tienen la capacidad objetiva de inmovilizar todos los negocios capitalistas y dislocar al régimen y al Estado de los explotadores. Hoy se encuentran paralizados -a excepción de una pequeña minoría que tomó pequeñas y medianas empresas y las puso a producir- por el terror de la desocupación y el accionar político y policíaco de la dirigencia sindical de las CGT que ha permitido -y avalado- con la devaluación, el saqueo más grande al salario del que se tenga memoria en la historia nacional.
Daer negocia un incremento de 50 pesos a los 100 no remunerativos que se les pagan a una ínfima minoría de trabajadores, cuando la mayoría perdió hasta el 60% de su poder adquisitivo. Hugo Moyano, luego de apoyar la devaluación confiscadora del salario, reapareció detrás de Rodríguez Saá, intentando vender espejitos de colores a los trabajadores y el pueblo con hambre.
Este es el principal crédito de las clases dominantes, este es el principal escollo para lograr una salida favorable a la mayoría nacional.

Un Congreso Nacional de asambleas, piqueteros, fábricas tomadas y estudiantes combativos

La alternativa es sencilla: o las decenas de miles de asambleístas, piqueteros y militantes obreros cierran filas y levantan una salida para el conjunto de los trabajadores y el pueblo, o tarde o temprano se terminará imponiendo un nuevo gobierno para intentar aplicar los planes del FMI y de los que nos serrucharon el salario.
Desde las organizaciones en lucha (piqueteros, asambleas, fábricas ocupadas, estudiantes combativos) tenemos que tener una política activa para ganar a la gran masa del pueblo trabajador presa de los planes asistencialistas de los explotadores.
Es necesaria una orientación decidida por parte de las organizaciones en lucha hacia los millones de asalariados y el pueblo pobre y hambriento.
De lo que se trata es agrupar a todos los sectores en lucha tras un programa que dé respuestas y verdaderas soluciones a las penurias que viven millones. Hay que acabar con todo interés mezquino y levantar los "corralitos" que dividen a los luchadores.

En el segundo encuentro de fábricas ocupadas, realizado el 7 de septiembre en Brukman, los sectores más avanzados del movimiento obrero con una claridad meridiana plantearon la necesidad de realizar "una reunión nacional de movimientos piqueteros, asambleas populares, fábricas ocupadas, sindicatos combativos y movimiento estudiantil combativo, para discutir un plan de lucha en común y organizar democráticamente una próxima Asamblea o Congreso Nacional de Trabajadores ocupados y desocupados en lucha".
Es cierto que la unión de todas las expresiones de lucha hoy, sin una intervención masiva de los trabajadores ocupados, probablemente no pueda torcer la relación general de fuerzas. Pero sí está planteado poner en pie una voz y una expresión política unificada hacia millones, un congreso nacional de asambleas, piqueteros, fábricas tomadas y estudiantes combativos. No se trata de otra asamblea piquetera, otro encuentro de fábricas o una Interbarrial más, de los que ya hubo varios. Sino algo nuevo y superior, un salto en la organización de los sectores en lucha y más concientes que les den respuestas y un camino superador a las fuerzas que pueden efectivamente derrotar al gobierno y terminar con este régimen del hambre con la huelga general.

Pan y trabajo:

Que en el país que es quinto productor de alimentos del mundo y el que más produce por habitante (podrían alimentarse con plenitud 300 millones de personas), con cosechas récord, se mueran pibes de hambre, es el reconocimiento más cruel de que el capitalismo es un sistema de organización social históricamente acabado, el único que puede producir escasez de lo abundante. La Argentina, en vez de ser parte del problema del hambre en América Latina, podría ser su solución.
La burguesía e incluso sectores del imperialismo (como el Banco Mundial y ONG’s multinacionales) intentan resolver el drama a su manera, con políticas para convertir a sus parias en meros objetos de las dádivas del Estado, la Iglesia y las ONG’s (aunque con alimentos inferiores a los de un perro de compañía), y así intentar evitar levantamientos como los del 19 de diciembre de 2001. "Repartamos algunas migajas para no perder todo", parece ser la máxima de los políticos patronales, la Iglesia y poderosos grupos como La Nación y Clarín a los que el Estado les "invirtió" cifras millonarias para licuarles gran parte de sus deudas en dólares.
Al cierre de esta edición se preparaba la "intervención sanitaria" a Tucumán, en la que se utilizarán a la Gendarmería y a las Fuerzas Armadas para poner hospitales de campaña y repartir alimentos... en la provincia donde más muertes y desapariciones provocaron hace 25 años. Los 150 lecop de los planes Jefas y Jefes por familia alcanzan sólo para la nutrición completa de una persona por mes.
Como a nadie se le ocurre plantear de que se trata de un problema de la naturaleza, intentan buscarle otras explicaciones. Rodríguez Saá plantea que el problema radica en "la educación": "los padres ignoran lo que le pasa al hijo" (TN, 20/11). Para el demagogo de San Luis, se tratan de personas que se encuentran a un nivel inferior de cualquier animal vertebrado. Otros, como el gobernador Miranda, plantean que se debe "al crecimiento poblacional". Están los que afirman que se trata sólo del "curro" de los punteros o a una "mala distribución de la riqueza". Grupos ecologistas como Greenpeace achacan el drama a la producción de soja transgénica... Todas explicaciones para evitar decir lo evidente: los alimentos están... en propiedad de un grupo de parásitos que están exportando a dos manos y triplicaron sus ganancias desde la devaluación.
Las "soluciones" son de las más variadas. Desde huertas orgánicas en el jardín del fondo o en terrenos baldíos, hasta comedores estatales. Un sector de la oligarquía exportadora de oleaginosas resolvió "donar" unas toneladas mensuales de soja (equivalentes al 0,01 de la producción) para los comederos. La CTA plantea la necesidad de un "shock distributivo". Variadas soluciones que tienen un punto en común: no afectar el derecho de propiedad de la oligarquía agro-exportadora y de los grandes empresarios dueños de las cadenas de distribución de alimentos.
Lamentablemente, los distintos movimientos piqueteros han dejado de plantear la moción impuesta por los precursores del movimiento en Cutral Có y Tartagal: trabajo genuino para todos. En general, más allá de esporádicas declaraciones, sus distintas direcciones se movilizan para exigir sólo bolsones de comida y planes Jefas y Jefes para sus respectivos movimientos. Esta política no sólo no cuestiona ni enfrenta la perversidad del capitalismo y sus políticos y curas, sino que no da una respuesta cabal y generalizada a los casi 22 millones de personas que hoy se encuentran bajo la línea de la pobreza en Argentina y tienen como única alternativa para sobrevivir la caridad de los expropiadores.
¿Tenemos los trabajadores como único destino vivir como parias o ser piqueteros por las próximas generaciones? ¡Sobran alimentos, y están en manos de los que nos robaron el salario y el futuro! En los silos del Cartel granelero manejado por multinacionales como Archers Daniels, Dreyfus, Cargill, Bunge & Born y Aceitera Deheza, en los grandes frigoríficos "reactivados" luego de la devaluación, en las cadenas de hipermercados, como Coto, Carrefour, Jumbo, Wal Mart.
Hay que sacarles a este puñado de grandes capitalistas el monopolio de la alimentación. Lo primero es lo primero. La lucha debe ser por la inmediata confiscación de las grandes empresas productoras, almacenadoras y comercializadoras de alimentos. Distribución generalizada a toda la población por parte de las organizaciones piqueteras, asambleas populares y sindicatos combativos.
Junto con esto se impone retomar la lucha por trabajo genuino para todos. Por un plan de obras públicas ligadas a las imperiosas necesidades del pueblo (viviendas, hospitales, escuelas, agua potable, cloacas, asfalto, etc.) controlado por las organizaciones obreras y piqueteras para que entren decenas de miles de desocupados a trabajar. Reparto de las horas de trabajo disponibles entre ocupados y desocupados, comenzando ya por las ramas que han comenzado a crecer al calor de la devaluación (calzados, agro-alimentación, frigoríficos, minería, siderurgia, etc.).
Tenemos que enfrentar los tarifazos que se vienen. Estos significarán una merma mayúscula de lo poco que quedó de los salarios. Por un salario mínimo equivalente a lo que cuesta una canasta familiar, empezando por recuperar el poder de compra de los asalariados al nivel de diciembre. Escala móvil de salarios, es decir la imposición de una cláusula gatillo que disponga el aumento automático de los jornales y salarios en proporción a la suba de la inflación.

Que se vayan todos

En este marco, tenemos que preparar una respuesta contundente a la trampa electoral de Duhalde avalada por el PJ, la UCR y el ARI. Luego de la cumbre de Olivos, la campaña por un boicot activo a estas elecciones fraudulentas, adquiere una importancia mayúscula. Junto a esto, está planteado levantar la necesidad de imponer una asamblea constituyente revolucionaria sobre las ruinas del viejo régimen, para que el pueblo pueda resolver libre y soberanamente la resolución de todas sus penurias.

Estas son algunas de las demandas elementales que un congreso unificado de todas las expresiones de lucha podría levantar para romper la contención social hambreadora de Duhalde y sacarle sustento a su plan «para que se queden todos». Para que las organizaciones más avanzadas y los nuevos militantes sociales surgidos luego de diciembre puedan influir a las masas obreras y populares, para preparar una huelga general activa, con piquetes, cortes de rutas y cacerolazos hasta que se vayan todos.

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