Los tres principales dirigentes del Partido Obrero en telefónicos y miembros de la directiva del sindicato, Sergio Sosto, Silvia Hidalgo y Juan Carlos Lavagna, rompieron con el PO para diluirse en "el Frente", agrupación telefónica que dirige Claudio Marín, directivo nacional de la CTA, y secretario adjunto de FOETRA Bs. As. El PO participaba, desde 1997 en esta agrupación que ahora, además de coptar a sus tres dirigentes, expulsó al resto de sus militantes.
Los compañeros del PO explican que uno de sus ex -partidarios, Lavagna, se retiró luego de la discusión por la solicitada que publicó la directiva de FOETRA sobre el acto del 24 de marzo del 2006, alineándose con el gobierno y atacando a la izquierda, firmada por Hidalgo, por entonces del PO, y sec. De Prensa y Propaganda del gremio. PO justificó, en aquella ocasión, que Hidalgo firmó por "razones estatutarias". A su vez, Hidalgo y Sosto, habrían roto con PO por diferencias en el último conflicto contra la tercerización
Desde aquella solicitada la dirección burocrática de Foetra (compuesta por el Frente Telefónico de Marín de la CTA, y el Bloque del moyanista Iadarola de la CGT en la Azul y Blanca) consolidó un mayor alineamiento con Kirchner que luego se plasmó con su participación en la oficialista Plaza del SI del 25 de Mayo. Esto explica el abandono, luego, de la lucha por el convenio de Atento, impulsada por esta dirección y abandonada a su suerte, dejándole el camino libre a la empresa para avanzar con el vaciamiento y despidos. Y su rol en el último conflicto contra la tercerización de los sectores técnicos, donde a pesar de la histórica y dura huelga en común de efectivos y contratistas por más de una semana, que enfrentó la represión de grupos parapoliciales, estos dirigentes levantaron la huelga a espaldas de la base sin conseguir el convenio telefónico que 10 mil compañeros reclamaban a las multinacionales negreras, cuando se iba al paro nacional. La expulsión de PO del Frente es parte de este giro progubernamental de Foetra, que terminó cooptando a los tres dirigentes de PO.

Unir al activismo con un programa clasista
Los compañeros del PO en el último conflicto contra el tercerismo se posicionaron contra el acuerdo firmado entre FOETRA, las empresas y el gobierno, y vienen planteando la reincorporación de los despedidos de Atento y la lucha por el convenio de todos los telefónicos. La ruptura de PO con la directiva plantea unificar las fuerzas de los sectores antiburocráticos y clasistas. La primer conclusión que debe ser patrimonio de todos los luchadores telefónicos es que la construcción de una corriente clasista que aporte al avance de los trabajadores en su experiencia con las direcciones burocráticas, no se puede hacer de la mano de frentes permanentes y listas sindicales con la propia burocracia. Esta es la "teoría" de agrupamientos como el MIC, donde no casualmente participa el mismo Marín: "para llevar el clasismo a la clase", dicen, es necesario "construir trincheras" junto a la burocracia. Por el contrario, más allá del imprescindible frente único en la acción, es necesaria la más completa independencia de las direcciones que, como la de FOETRA, subordina las demandas de los trabajadores a la negociación con las patronales y los gobiernos, y busca disciplinar toda tendencia por izquierda a "la orgánica" y a "razones estatutarias", y termina imponiendo su "centralismo burocrático".
Más allá de continuar y profundizar esta importante discusión de balance, nuestra propuesta a los compañeros del Partido Obrero es iniciar un proceso de agrupamiento común para fortalecer un polo clasista en telefónicos. Ponemos a disposición el programa por el que venimos peleando estos años que sometemos a la crítica de los compañeros de PO en lo que debe ser un intercambio fraternal y honesto de nuestros acuerdos y diferencias.
Primero, contra la división impuesta por la patronal debemos luchar en forma consecuente por la unidad de las filas de los trabajadores (Atento y contratistas), extendiendo el cuerpo de delegados a los precarizados, en oposición a los estatutos burocráticos que lo impiden.
Segundo, contra "las facultades especiales" que evocan los dirigentes de Foetra para levantar huelgas y firmar acuerdos sin consultar a la base, debemos plantear como un principio democrático básico que toda decisión se debe tomar en asambleas.
Tercero, impulsamos asambleas con mandato para los plenarios de delegados y la revocabilidad de los cargos, como parte de la lucha por un sindicato verdaderamente democrático apoyado en las organizaciones de base.
Cuarto, luchemos juntos por la necesaria coordinación de las luchas y los sectores combativos y antiburocráticos de la vanguardia obrera nacional.
Quinto, impulsemos una perspectiva y un programa de independencia de clase: por la renacionalización bajo administración de los trabajadores y usuarios de las telecomunicaciones y todos los servicios públicos.
Estos, entre otros puntos, son la base para construir una corriente clasista.
De poder llevarla adelante sería un primer paso para reorganizar a las fuerzas verdaderamente clasistas del gremio telefónico y del movimiento obrero.

(*)delegados y congresales de la lista Violeta de oposición clasista en Foetra