La ley de "déficit cero" despertó la resistencia del movimiento estudiantil en las universidades del país. Desde el inicio del segundo cuatrimestre y, coincidiendo con el plan de lucha piquetero, se empezó a gestar un nuevo activismo. Las asambleas y movilizaciones masivas, el aguante en las tomas de facultades y el apoyo al paro de los docentes fueron la tónica en varias universidades.
Después de dos meses de lucha todo parece haber entrado en un "impasse". Esto se explica por dos cosas: por un lado todas las alas de la burocracia sindical le han dado una tregua al gobierno y por otro existe la percepción de que el gobierno ha pospuesto el ataque, intentando recobrar fuerzas para después de las elecciones de octubre, para luego volver a la carga contra el pueblo y los trabajadores. Lejos de bajar la guardia, los estudiantes tenemos que estar preparados para nuevos ataques: el presupuesto 2002 viene con la intención de recortar los "gastos sociales", entre ellos el presupuesto universitario. Es por eso que tenemos que aprovechar este intervalo para abrir una reflexión y definir los pasos a seguir. Para esto es necesario observar el contexto en el cual se va dar el próximo round contra el gobierno y los banqueros.

Algo nuevo está naciendo
Si recapitulamos tenemos que decir que esta lucha es muy distinta a las que emprendimos contra el menemismo. Hoy los estudiantes enfrentan al mismo gobierno en el cual antes tenían aspiraciones. El gobierno de De La Rúa más temprano que tarde mostró su rostro, servil a los intereses de los banqueros y el FMI. El movimiento estudiantil paso a la oposición, luchando contra el plan de López Murphy y siguió haciéndolo contra Cavallo. La expresión de la oposición del movimiento estudiantil al interior de las facultades cruzó de forma transversal toda la carcomida estructura universitaria: desde Shuberoff y su corte de decanos hasta la oficialista Franja Morada que por estos días observa la debacle de una hegemonía que mantuvo enchalecado al movimiento estudiantil durante décadas. Desde acá se entiende el profundo significado de las nuevas organizaciones que se dieron los estudiantes para efectivizar su lucha. Las mismas tienen como denominador común la democracia directa de los que luchan: lo más destacado son las tomas de La Plata donde los estudiantes en asamblea desoyeron los llamados a la "calma" de los decanos y pasaron por arriba de los centros vaciados de contenido y participación y tomaron de forma permanente las instalaciones; en Rosario surgieron las coordinadoras por facultad y la interfacultades donde se nuclea el activismo consecuente y la Asamblea Permanente Interfacultades de la UBA basado en las asambleas por facultad y que ha realizado masivas movilizaciones encabezando el repudio a los dirigentes traidores que posan en los palcos. Todo esto nos muestra los síntomas de un nuevo movimiento estudiantil. De que los compañeros nucleados en estos organismos sean conscientes de este rol y luchen por extenderlo al conjunto del movimiento estudiantil nacional como experiencia avanzada de lucha surge la clave del momento. Siguiendo con los síntomas de este nuevo movimiento estudiantil tenemos que sumar el repudio a la Franja expresado en las elecciones de Económicas (la más grande de Latinoamérica). En esa facultad miles de estudiantes dijeron basta de Franja, y aunque de forma pasiva, mostraron el vinculo que une a la mayoría de los estudiantes con el activismo de lucha. En síntesis: dar cuenta de esta realidad, entender que ya nada será igual en las facultades, es la clave para darle una estrategia a nuestra próxima batalla. Batalla que consiste ni más ni menos en gestar un nuevo movimiento estudiantil organizado de abajo hacia arriba. Para que el método de la democracia directa expresado en las Tomas de La Plata o las coordinadoras de Rosario sea tomado por el conjunto de los estudiantes del país.

Autoorganización
Pero hay de los que quieren aprovechar la debacle de la Franja a espaldas de estas nuevas experiencias: intentando ocupar el espacio electoral dejado por la Franja para ganar "nuevos" centros opositores y por esa vía "recuperar" las federaciones regionales y la FUA. La lógica es clara y sencilla: desechar las experiencias avanzadas y mantener las viejas estructuras de los Centros burocratizadas hasta la médula. Desde En Clave Roja opinamos, por el contrario, que los estudiantes autoorganizados debemos dar la pelea para declararle la muerte a la Franja y todo lo que ella trajo aparejado, luchando por una dirección democrática. Por esto la recuperación de los Centros tiene sentido si los mismos se subordinan a las asambleas y cuerpos de delegados. Tenemos que evitar que se repitan experiencias lamentables como las de los "centros opositores" de Sociales (UBA) y los de La Plata que actuaron a contramano de las asambleas y el activismo. Nuestra pelea es para que los Centros de Estudiantes sean verdaderos órganos militantes para la lucha. Recuperar las Federaciones sólo tiene sentido, si una vez expulsada la Franja se convoca a un Congreso de Delegados de Base de todo el movimiento estudiantil y enterrar los archiburocráticos estatutos que regimentaron a los estudiantes todos estos años.

Junto a los trabajadores
Pero la estrategia para que surja un nuevo movimiento estudiantil no puede estar separado de la lucha para establecer una unidad profunda con los trabajadores y el pueblo. Nuestra propuesta parte de la confluencia que establecimos los estudiantes con el plan de lucha piquetero. Queremos desarrollar hasta el final esta unidad: un nuevo movimiento estudiantil debe declararle la guerra a la vieja universidad que durante todos estos años cerró sus puertas a las grandes mayorías trabajadoras. Tenemos que poner toda nuestra fuerza y conocimiento para forjar un verdadero pacto entre trabajadores y estudiantes, para juntos elaborar una verdadera salida a la crisis que causaron los capitalistas en el país, en beneficio de la mayoría de los trabajadores y el pueblo.

Contra la agresión imperialista
Por último las próximas luchas las daremos en momentos en que el imperialismo yanqui apunta sus cañones una vez más contra los pueblos oprimidos del mundo. No podemos permitirlo, los estudiantes debemos tomar partido y tenemos que ver a nuestro principal enemigo en el imperialismo yanqui, quienes han dirigido el operativo que hundió a la Argentina en la miseria absoluta. Como votaron los compañeros de la Asamblea Permanente de la UBA; ¡Alerta y Movilización! ante cualquier ataque del imperialismo yanqui, ya sea a Afganistán o cualquier otro país oprimido.
En síntesis las banderas a levantar en los tiempos que vienen son las de la autoorganización, las de la unidad con los trabajadores y las de lucha contra el imperialismo.

Para dar esta pelea tenemos que empezar por defender el Pliego de Reivindicaciones de Periodismo de La Plata que es un importante punto de partida para los estudiantes de todo el país. Desde En Clave ROJA apoyamos la propuesta de los compañeros, junto a estudiantes de otras facultades de impulsar un encuentro nacional de estudiantes en lucha, donde votemos un plan de acción unificado a nivel nacional para enfrentar los ataques que se vienen y discutamos qué organización debemos darnos. Ante las elecciones que ya se están desarrollando en varias universidades, tenemos que construir listas que expresen esta política, surgidas desde las nuevas organizaciones que estamos poniendo en pie, desde las asambleas, reuniones de activistas, comisiones, etc., para cambiar desde abajo la organización de los centros. A todos los compañeros y agrupaciones que compartan esta pelea les proponemos pelear en común impulsando bloques con esta política en las diferentes facultades, porque sabemos que el enemigo intentará minar nuestra fuerza desde afuera, pero también desde adentro.