El domingo se abrió una discusión entre docentes y vecinos sobre el rol de la policía y qué posición tener hacia esta. Los dirigentes de UTE reclamaban “protección policial sin mano dura” o “que haya una policía democrática, pero sobre todo que haya prevención” en los barrios, mientras el PO planteaba la necesidad de marchar a la comisaría reclamando su intervención.

Hace una semana el PO-Tribuna Docente repartió un volante en el barrio de Soldati, lugar donde los docentes vienen reuniéndose en asamblea para discutir qué hacer frente al discurso de mano dura, que nos decía, entre otras cosas: “movilizarnos a la comisaría y exigir que los libros de guardia y partes diarios estén sometidos al control de representantes electos en asamblea. Solamente así vamos a terminar con las zonas liberadas y con el gatillo fácil y los chicos muertos en las comisarías”. 

El PO parece que olvida el carácter de la policía y su función, porque termina pidiéndole “peras al olmo”, no sabemos si por desconocimiento, ilusión o porque definitivamente perdieron el rumbo. Así pretenden que todo lo que la policía hace ilegalmente, esté registrado legalmente en “libros de guardia”. Piden que la policía sea reformada y “controlada por los vecinos”. Falta que exijan una limpieza de las “manzanas podridas”. 

Ya el PO ha propuesto “sacar a todos los jefes policiales” y dejar ese lugar a una “nueva policía” bajo control vecinal. En una sociedad donde la descomposición capitalista avanza, el Estado nunca dejará de ejercer la “mano dura” y el “gatillo fácil” sobre la población. La función de la policía es reprimir a los oprimidos, a partir de su lealtad con la clase dominante como brazo armado del Estado. Por eso sostenemos que es necesario disolverla junto al resto de las fuerzas de seguridad, principales socias y responsables de la violencia que sufren nuestros hijos y alumnos.