Entre el 27 y 30/4 realizamos el 1° Congreso de CSP-Conlutas (coordinación sindical, popular y estudiantil) en San Pablo, con unos 1500 delegados y observadores de todo el país, una cantidad sensiblemente menor que la de anteriores congresos, en la que se destacó una significativa delegación de compañeros que vienen participando de las huelgas de la construcción civil que atravesaron el país.

El congreso debería haber debatido profundamente y dedicado sustancial atención en las resoluciones, a una campaña nacional de solidaridad con los obreros de la construcción civil, así como por el fin del trabajo precario, por un salario mínimo digno, por iguales salarios y derechos entre los efectivos, tercerizados y temporarios; por su incorporación como efectivos con plenos derechos. ¿Por qué no se hizo esto?

La relación entre táctica y estrategia en el movimiento sindical

Los compañeros de la dirección mayoritaria de la CSP-Conlutas (del PSTU, principal grupo de la LIT-CI) colocan las alianzas con sectores del PSOL, de Intersindical (corriente sindical dirigida por algunas corrientes del PSOL) o con burocracias sindicales opositoras al gobierno, como el principal objetivo estratégico al que todas las demás cuestiones deben estar subordinadas. De esta forma, hacen una inversión, ya que las alianzas con esos sectores reformistas deben estar subordinadas a las cuestiones estratégicas.

Ser un polo de vanguardia en Brasil hoy, significa tener como uno de sus objetivos principales, el arrancar de las bases de la CUT (PT), de la CTB (PCdoB) y de For˜ça Sindical (PDT) la influencia del oficialismo y de la burocracia. Para eso es necesario superar la concepción del frente único del PT de Lula que rebaja el programa, restringe la posibilidad de crítica y no está asociada a la movilización de las bases como las campañas antineoliberales en general, en las que no es raro que incluyan consignas burguesas como la reducción de tasas de interés o impuestos a los productos importados.

En la tradición del marxismo revolucionario, la táctica de frente único debe estar al servicio de unificar a los distintos sectores de la clase en acciones concretas (movilización) contra el capital, a la vez que permite que amplios sectores pierdan la confianza en el reformismo y aumente la confianza en los revolucionarios.

Esta reflexión más general de la relación entre táctica y estrategia es el sentido que buscamos cuando batallamos para que el congreso de Conlutas diese mucha importancia a hacer un balance profundo de los procesos de la lucha de clases en 2011. Lamentablemente la dirección mayoritaria del PSTU, ante cada una de estas cuestiones, presentó un balance organizativo y “exitista” desprovisto de cualquier fundamento más profundo, lo que dio el tono al congreso.

Todas las discusiones de campañas y plan de acción, que deberían estar en primer plano, así como el propio tema central del Congreso que era “organización de base”, fueron postergadas hasta que llegó el último día y terminó el congreso sin haberlas votado. Los rasgos burocráticos que ya se venían mostrando (permiso para plantear solo una tesis por entidad afiliada y el intento de minimizar las discusiones políticas de las diferencias) se profundizaron en el Congreso. Este es un curso que el PSTU viene trazando y que rompe con la tradición de la democracia obrera.
Llamamos a la vanguardia obrera a debatir este balance como base para luchar por una orientación política que ubique a CSP-Conlutas a la altura de los desafíos actuales.