por Javier Musso (Tesis XI) – Tomás y Camila (No Pasarán)

En la segunda semana de la gran pelea que está llevando adelante el movimiento estudiantil de Córdoba, entramos en una nueva etapa.
Fueron dos semanas de intensa movilización, con tomas de escuela y facultad, cortes de calle, asamblea permanente en las escuelas y las Interestudiantiles.

Un nuevo movimiento estudiantil está naciendo y haciendo una experiencia de lucha y militante.

Logramos sentar a negociar al Ministro de Educación y al vice-gobernador, cuando al principio nos ridiculizaban y decían que teníamos un “problema hormonal”; logramos que aceleren un plan de obras en muchas escuelas; abrimos profundamente el debate en toda la sociedad sobre el reaccionario anteproyecto de ley de educación provincial; superamos la maniobras divisionistas que quisieron imponer los jóvenes pinosolanistas de Secundarios Arriba-Libres del Sur y el Ministro Grahovac, y conquistamos una herramienta invalorable de autoorganización y de unidad: la Interestudiantil. Podemos desarrollar un movimiento de masas contra el proyecto “menemista” de educación clerical y pro-empresarial que nos quieren imponer.

La Interestudiantil en las tomas y en la calle

Cuando el gobierno quiso presentar los acuerdos firmados por una minoría de colegios que comenzaron a levantar las tomas (esencialmente los dirigidos por Libres del Sur), como el “fin de la lucha”, la Interestudiantil tuvo su segunda asamblea el 8/10, con la presencia de más de 600 estudiantes y docentes que representaban a cerca de 40 establecimientos tomados, en asamblea o en plan de lucha.

Allí se rechazaron “las maniobras divisionistas”, se convocó a continuar con la lucha unitaria y se propuso mantener las tomas y no entrar en el juego del gobierno que quería mostrar “un final feliz”. Lo logrado, en términos de mejoras en la infraestructura, había sido arrancado por la lucha y, en relación a la Ley, nos quería (y nos quiere) engañar con una supuesta “participación” en esa cueva de mentirosos que es la Legislatura.
El lunes 11/10 La Voz del Interior titulaba en su tapa que “más de 20 colegios seguían tomados” e informaba el plan de lucha votado.

El martes, cerca de mil compañeros cortamos las calles en distintos puntos de la ciudad y este jueves (a pesar de la lluvia), más de 7000 compañeros nos volvimos a movilizar hasta Casa de Gobierno, superando la movilización anterior.

Una verdadera “contra-Reforma”

La Interestudiantil logró hacer visible y denunció abiertamente los aspectos más reaccionarios de este proyecto de ley y pudo desarrollar un movimiento de lucha en su contra, superando los límites de una pelea que comenzó por los problemas edilicios. Hasta La Voz del Interior publicó en forma de suplemento el ante-proyecto.

Denunciamos que pretenden introducir la religión en la educación (reforzando y ampliando lo impuesto en la ley vigente aprobada bajo el gobierno de Angeloz). Además deja abierta la posibilidad de brindarle mano de obra barata a las multinacionales y que puedan tener ingerencia en el diseño de nuestros planes de estudio.

No se puede esperar otra cosa de este gobierno que representa claramente a las multinacionales, como las automotrices Fiat o VW, que les regala la plata de los cordobeses en subsidios y beneficios de todo tipo, que defiende a la reaccionaria Iglesia católica y a la oligarquía sojera. El “menemista” Schiaretti (que está preparando la vuelta de De la Sota) quiere aplicar una reforma oscurantista y neoliberal en nuestra educación. Juez y los radicales, no se diferencian en este proyecto político y económico. El movimiento estudiantil, los docentes y los trabajadores somos los únicos que podemos enfrentar seriamente este proyecto.

Avancemos en un movimiento masivo contra la ley

Gracias a la lucha de la Interestudiantil y especialmente a la unidad lograda entre los compañeros de Filosofía y el Colegio universitario Manuel Belgrano, logramos arrancarle a la Rectora de la UNC, la “progresista” Scotto, una declaración en la que nos da la razón, afirma que el proyecto es contrario al carácter laico y que hay riesgo de mercantilización de la educación; también declaró que hubo poco tiempo para discutirlo. A pesar de que es una declaración tardía y de que los representantes de la UNC en el Consejo que elaboró la ley, se mantuvieron con la boca cerrada todo este tiempo, es una demostración de que tenemos razón.

Durante esta semana algunos colegios levantaron las tomas (como el Carbó o el Manuel Belgrano), pero se mantuvieron dentro del plan de lucha unitario (la única excepción fue la minoría de colegios dirigida por Libres del Sur).

Ya logramos derrotar la maniobra divisionista con la que querían ponerle fin a esta proceso de lucha. Ahora tenemos que desarrollar un movimiento masivo contra la ley. Cada colegio, luego de muchos días de toma, definirá si continua con esta medida. Para nosotros lo central es mantener y masificar la Interestudiantil, con más asambleas que se incorporen como lo vienen haciendo y votar un plan de lucha que incluya tomas en aquellos colegios o facultades que lo decidan, cortes de calle y nuevas movilizaciones masivas.

Pero además tenemos que comenzar a poner en pie un Congreso Educativo de base para abrir el debate sobre el proyecto de educación que nosotros queremos. Un proyecto realmente debatido entre todos los sectores de la comunidad educativa, invitando a organizaciones sociales y de trabajadores, buscando comprometerlos en la lucha en defensa de la educación laica y pública. Con toda esa fuerza podemos convocar a una gran movilización, mucho mayor, para el 28 de octubre cuando comience a tratarse el proyecto.

El gobierno demuestra su verdadera “intransigencia” para aprobar un proyecto de sus verdaderos jefes: la iglesia y las empresas. Y esto demuestra que en necesario un movimiento de masas para voltearlo. Ese camino ya lo iniciamos, la segunda movilización fue bastante mayor que la anterior, pero debemos multiplicarla con todas las iniciativas y medidas de lucha, discutidas y votadas en la Interestudiantil. Desde el No Pasarán, Tesis XI y el PTS, creemos que por este camino podemos voltear la ley.