La iniciativa para que los legisladores y funcionarios ganen lo mismo que una maestra causó mucho impacto y está siendo tomada como propia por mucha gente. Se esparció la idea de varias formas. Fue muy bien recibida en el Encuentro de Trabajadores de la Educación y luego en todas las asambleas donde se la presentó. Estamos recibiendo adhesiones desde los lugares más diversos. Ya se están organizando los petitorios, se firma masivamente, no solo en las escuelas, sino entre las familias, escuelas y la universidad. Será de gran ayuda para la lucha de las trabajadoras y los trabajadores de la educación, pero también será de gran ayuda para poner en evidencia el cinismo de esta democracia para ricos, que ataca a los trabajadores por pretender ganar un sueldo acorde para vivir. Que la referencia sea el sueldo de una maestra no es casual, ¡son ellas las que están hoy en lucha y siendo atacadas por el gobierno y los diputados!

¿Por qué no al revés?

Hay compañeros y compañeras que preguntan por qué no proponemos que una maestra gane como un diputado. Porque le sacaríamos todo el filo a la propuesta. Los gobiernos y el poder político intentan dividir, atomizar a nuestra clase haciendo chocar pobres contra pobres. Ahora dicen que los docentes “ganan mucho” y son “privilegiados”. Tanto Cristina Kirchner como Sapag plantearon que trabajan poco, cuatro horas, y que tienen tres meses de vacaciones. Estas barbaridades las repiten los diputados del MPN y del PJ en Neuquén. Nuestra denuncia no apunta solo al salario (docente-legislador), sino a la denuncia de este régimen político que está erigido sobre una casta de funcionarios que viven en la opulencia y ‘gestionan’ (administran los negocios capitalistas) desde lujosas oficinas con aire acondicionado, lindos escritorios, escaleras mecánicas y mozos que les sirven. Queremos junto a las trabajadoras y los trabajadores en lucha conquistar nuestras demandas y hacerle ver a toda la comunidad que este régimen de democracia para ricos está basado en el privilegio de unos pocos sobre la explotación de las mayorías.

No estaría bien plantear que las maestras ganen como un diputado en un mar de precarizados y con promedios de sueldo que no llegan a la mitad. Si las atacan por reclamar un aumento que no llega a la canasta familiar, ¡imaginemos si el ‘reclamo’ fuera por 35 mil pesos!

Por último, como no me voy a cansar nunca de repetir, decir que “las ideas no caen del cielo”. La consigna de que todos los funcionarios ganen el salario de un trabajador medio ¡fue una gran bandera de la gloriosa Comuna de París! (ver aparte).

Adelante con la campaña. Nuestras compañeras y compañeros docentes iniciaron una huelga. Peleemos mientras sembramos para el futuro. ¡Las grandes gestas además de ser parte de nuestro legado y nuestras plataformas deben servir para la práctica cotidiana!