“Después del incendio la patronal decidió cerrar el sector donde trabajaban 138 mujeres y ofrecer retiros voluntarios. Sólo un grupo de compañeras peleó por los puestos de trabajo y rechazó el chantaje de los retiros. Aún despedidas han resuelto poner en pie, junto conmigo que sigo siendo delegada de la planta, una agrupación de mujeres trabajadoras que pelee por nuestros derechos y que nos permita dirigirnos a otras fábricas del Parque donde hay muchas obreras que no tienen organización ni forma de expresar su bronca por las condiciones de trabajo. No se si sabrán que de las 170 empresas del parque solo el 10% tienen comisión interna o delegados. Increíble.

Este objetivo que nos dimos lo discutimos mucho porque a pesar de la derrota que sufrimos aprendimos de la necesidad de organizarnos, de coordinar, que la solidaridad tiene que ser concreta, que la pelea no debe pasar sólo por los reclamos particulares. Como ellas mismas dicen en el video que sacamos durante el conflicto “ya no somos las mismas”. Y esto tiene que ver en que aprendieron que la pelea es contra el gobierno, aunque hoy esté una mujer, y contra la burocracia sindical. Nos entrevistamos con compañeras de Terrabusi que nos contaban su experiencia con el corte de la Panamericana y se entusiasmaron en organizarse junto a nosotras.”