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Cultura

UN LIBRO RECIENTEMENTE TRADUCIDO: VIETNAN Y LAS FANTASIAS NORTEAMERICANAS

Un viaje al corazón del imperio (en crisis)

Se ha editado, con prólogo de Pablo Pozzi (docente de la UBA), Vietnam y las fantasías norteamericanas (Final Abierto, 2008), de Bruce Franklin. Y es más que un libro sobre la “cultura” de una época: incluye investigación histórica, periodística, denuncias políticas y económicas, contado por un protagonista de los hechos: Franklin fue profesor universitario expulsado por realizar distintas actividades, desde charlas y marchas, hasta la militancia sobre las fábricas que proveían de productos químicos a la industria de guerra, repartiendo volantes y proponiendo a los obreros que boicotearan la producción –o que renunciaran a sus puestos de trabajo como protesta-.
Franklin hablará de los 33 años de lucha del movimiento antiguerra: un movimiento pacifista que luego irá tomando una orientación antiimperialista.

Demian Paredes

16 de abril 2009

Se ha editado, con prólogo de Pablo Pozzi (docente de la UBA), Vietnam y las fantasías norteamericanas (Final Abierto, 2008), de Bruce Franklin. Y es más que un libro sobre la “cultura” de una época: incluye investigación histórica, periodística, denuncias políticas y económicas, contado por un protagonista de los hechos: Franklin fue profesor universitario expulsado por realizar distintas actividades, desde charlas y marchas, hasta la militancia sobre las fábricas que proveían de productos químicos a la industria de guerra, repartiendo volantes y proponiendo a los obreros que boicotearan la producción –o que renunciaran a sus puestos de trabajo como protesta-.
Franklin hablará de los 33 años de lucha del movimiento antiguerra: un movimiento pacifista que luego irá tomando una orientación antiimperialista.

“donde la amnesia no ha funcionado para ocultar la guerra (…) se han fabricado fantasías para tergiversar la realidad”
Franklin explica: “La representación de la guerra de Vietnam que todavía prevalece en Estados Unidos a comienzos del siglo XXI está basada en una serie de fantasías que fueron originalmente construidas desde 1954 hasta la década del ’70. Éstas fueron luego elaboradas y embellecidas durante los años ’80 y ’90 (…) bajo las administraciones de Reagan (1981-1989) y Bush (1989-1993)”. Y agrega: “El derrotero cultural, que pasó de demonizar a los vietnamitas a finales de los ’70 a borrarlos por completo en la década de los ’90, quedó plasmado en las producciones de Hollywood. Mientras que el Premio de la Academia a la mejor película del año 1978 lo recibió El francotirador (The Deer Hunter), con sus imágenes que meticulosamente invertían los roles de víctima y victimario, la ganadora del Oscar como mejor película del año 1994 fue Forrest Gump, en la cual se proyecta un Vietman que consiste en una jungla deshabitada que, por razones desconocidas, dispara contra los soldados norteamericanos”. Franklin informa a lo largo del libro cómo operaron Hollywood, los cómics, las series de TV y los grandes medios de comunicación para lo que él llama “una militarización de la cultura”; es decir, cómo se prepara a un pueblo para que acepte la guerra, identificando a sus “enemigos”.

La historia de la oposición a la guerra

Esta comenzó muy temprano: cuando los soldados norteamericanos de repente se encontraron “equipando y transportando a un ejército enemigo (el francés) para que invadiera el país: en 1945. Los estadounidenses también se opusieron en 1965, cuando el presidente Lyndon Johnson ordenó a los marines desembarcar en Da Nang y comenzar el bombardeo ininterrumpido de Vietnam del Norte (...). En 1963, cuando 19.000 combatientes norteamericanos estaban participando del conflicto y Washington orquestó el derrocamiento del dictador títere que había instalado en Saigón en 1954. En 1961, cuando el presidente John F. Kennedy comenzó la ‘Operación Hades’, una campaña de guerra química en gran escala”.

En 1954, cuando el derrotado imperialismo francés le pase “la posta” a los yanquis, llegarán “Miles de cartas y telegramas oponiéndose a la intervención de Estados Unidos (que) inundaron la Casa Blanca. Una división de la American Legion que contaba con 78.000 integrantes exigió que ‘Estados Unidos se abstenga de enviar a miembro alguno de las fuerzas armadas para participar como combatientes en la pelea por Indochina o el sudeste de Asia’”.

La guerra en Vietnam… y en EE.UU.

Hubo dos escenarios de lucha: Indochina y los propios EE.UU. Dice Franklin: “Un dilema que se le planteó de continuo al movimiento antiguerra en Estados Unidos fue la dificultad de hallar formas de trascender la protesta verbal y los actos simbólicos y pasar al terreno de las acciones que pudieran obstaculizar realmente el esfuerzo bélico. Los soldados en Vietnam no tenían ese problema. Los actos individuales de rebelión, que iban desde la deserción y el sabotaje hasta provocar heridas, e incluso matar a aquellos oficiales que ordenaban las riesgosas misiones militares (…) se intensificaron hasta dar lugar a motines y a una resistencia en gran escala”. Así, Estados Unidos tuvo “dos frentes de guerra”, y perdió en ambos. Sin embargo, fue alterando con los monopolios culturales y mediáticos la “percepción de la realidad”, para (intentar) dejar en el olvido la derrota en Vietnam, y al mismo tiempo lo que fue una enorme lucha juvenil, popular y de minorías como los negros, en un episodio de “rebeldía antipatriótica” que trabó los “nobles” esfuerzos de guerra norteamericanos.

Franklin esboza como conclusión: “En última instancia, el ascenso insurreccional en el seno de las fuerzas armadas, inspirado y dirigido por las rebeliones afro-norteamericanas, iba a garantizar la victoria de los revolucionarios vietnamitas, como muchas autoridades militares norteamericanas reconocerían. (…). Pero (…), el movimiento demostró no ser capaz de lanzar, a partir de la guerra en el país, un movimiento sustentable para transformar la estructura económica y política de la sociedad norteamericana, y mucho menos una revolución”.

***
La crisis económica capitalista, con epicentro en los Estados Unidos, empujará a las masas a retomar lo que quedó inconcluso entonces. Volverán las grandes luchas de sindicatos, jóvenes, minorías y sectores oprimidos; también rebeliones entre las capas más bajas del ejército imperialista –conformada por un gran sector de negros y latinos-. El libro de Franklin muestra parte de una historia poco conocida –una historia de luchas y rebeliones antiimperialistas-, fundamental para hacer un balance y trazar nuevas perspectivas.

El libro Vietnam y las fantasías norteamericanas se puede conseguir en la librería del Instituto del Pensamiento Socialista (IPS) “Karl Marx”: Riobamba 144, Ciudad de Buenos Aires.

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