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Un socialismo a la Hood Robin

Marx y Engels sintetizaron su definición del Estado diciendo que es una mera junta de hombres que administra los negocios capitalistas. A pesar del rótulo de “socialistas” que se atribuyen, esta definición se aplica a los gobiernos santafesino y rosarino.

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13 de noviembre 2008

Marx y Engels sintetizaron su definición del Estado diciendo que es una mera junta de hombres que administra los negocios capitalistas. A pesar del rótulo de “socialistas” que se atribuyen, esta definición se aplica a los gobiernos santafesino y rosarino. Si en tiempos de bonanza el gobierno socialista de Binner benefició a los grandes empresarios con exenciones impositivas mientras se negó a dar aumentos salariales a docentes, estatales y municipales, esta política pro patronal se ha profundizado desde que la crisis capitalista mundial arrecia. Esto lo pudimos ver, por ejemplo, en el caso de General Motors, que gozó del beneficio de subsidios provinciales y amasó fortunas en los últimos años, y que ante la primera crisis se despachó con 500 despidos, de los que en principio tuvo que retroceder. La viceministra provincial de Trabajo “socialista”, como si dijera algo novedoso, sostuvo que “en el marco de las brutales reglas del capitalismo global, ni la Nación ni la provincia pueden hacer nada” frente a los despidos. Es muy típico de estos socialistas al servicio de los empresarios considerar las crisis capitalistas como fenómenos naturales, como un tsunami o un huracán, ante los cuales sólo es posible resignarse. Esta discusión no es menor, porque Santa Fe es la provincia en la que más secamente vienen golpeando los registros de nuevos despidos: los medios hablan de 3.600 despedidos en los últimos 10 días en Rosario y el cordón industrial. Como gran respuesta política, los exponentes de este falso socialismo contra los trabajadores atinaron a poner en pie los tan mentados “comités de crisis”, que no son más que reuniones donde políticos burgueses y representantes de los empresarios se sientan a comentar “con pesar” que los despidos, naturales, inevitables, aumentan. Lo curioso, sin embargo, es que los asesores económicos a los que apelaron los socialistas vienen de instituciones reaccionarias como la Fundación Libertad, y otras. ¿Alguien puede creer que de las cabezas de estos ideólogos del neoliberalismo, que difundieron las recetas capitalistas que generaron la crisis actual, podrán salir ideas favorables a los trabajadores y el pueblo pobre? Solamente los socialistas estilo Binner...

Hay que reconocer, sin embargo, que luego de esta postura contemplativa, los socialistas adoptaron una actitud activa, casi “militante”. Luego de culminada la conciliación obligatoria que retrotrajo los despidos en la GM, cuando los trabajadores volvieron a la planta, la encontraron completamente militarizada por numerosas guardias de Infantería de la Policía santafesina. Es decir que Binner puso al servicio de esta multinacional negrera (que pretende dejar en la calle a cientos de trabajadores), la policía, que controló y registró a todos dentro de la planta, y que prácticamente encerró en un galpón a los contratados, para una supuesta “capacitación”.

Estos socialistas son como Robin Hood al revés: le sacan a los trabajadores para beneficiar a los grandes empresarios.

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