De la ridícula teoría del “desacople” de Argentina ante el derrumbe capitalista mundial, el oficialismo pasó ahora a reconocer que habrá “secuelas económicas y sociales que debemos tratar”, como acaba de afirmar Cristina Kirchner.

El panorama de recesión mundial, la caída de los precios de las materias primas - en especial la baja de la soja de los casi 600 dólares la tonelada cuando el voto “no positivo” de Cobos a los 345 actuales- y la devaluación de casi el 40% del real en Brasil en los últimos 2 meses, encendieron la alarma en las clases dominantes.

La “lógica del modelo” implicaría una nueva devaluación que les devuelva “competitividad” que “acompañe” la de Brasil, pero saben que una caída abrupta del poder de compra del salario y el shock de aumento de la pobreza provocaría resistencia popular. Como sostuvo el presidente del Banco Central, Martín Redrado: “¿Estamos preparados para que el tipo de cambio fluctúe un 40% como ha ocurrido en los últimos días en otros países? Aún no”. Mientras tanto, el llamado “Plan B” de restricciones del presupuesto de salud y educación, aumento de tarifas y congelamiento de las negociaciones salariales va acompañado de mini-devaluaciones (el dólar pasó de 3,05 al fin del conflicto con el campo a 3,24); es decir, del robo en cuotas.

Ante el nuevo panorama de crisis capitalista tratan de sacar provecho con un latiguillo que repiten desde los jefes de la Unión Industrial Argentina hasta Elisa Carrió. “La cuestión deja de ser el salario y la inflación para empezar a ser el empleo” sostuvo la líder de la Coalición Cívica. “El gobierno tiene que defender el trabajo”, dijo Juan Lascurain de la UIA después de poner el grito en el cielo ante el amague del gobierno de ceder al reclamo de la CGT de un “bono” de 500 pesos. “No hay nada concreto, falta mucho para fin de año” declaró Hugo Moyano.

Ante el escenario de crisis, los representantes y políticos patronales se proponen llevar a los trabajadores a optar por resignar la pérdida de su poder adquisitivo para de preservar la fuente de trabajo ante la “desaceleración” de la economía, los primeros anuncios de suspensiones con rebajas salariales y “adelanto de vacaciones” que las patronales implementan en las empresas. Y esto es sostenido por gente que, como Cristiano Ratazzi, gerente de FIAT, reconoce descaradamente, al mismo tiempo, que “tuvimos un septiembre espectacular” con “crecimiento del 11% más que el mismo mes del año pasado” en la industria automotriz. Por su parte, los líderes de los empresarios del campo, que también reclaman un dólar más alto, culminaron 6 días de protesta por la rebaja de las retenciones y un aumento directo al precio de la leche. A este programa anti-popular se presta la izquierda vacuna de la CCC-PCR y el MST de Vilma Ripoll, que marcharon del brazo del oligarca Biolcatti de la Sociedad Rural y la Mesa de Enlace para reinstalar la “carpa verde” frente al Congreso.

Por el contrario, el PTS llama a las organizaciones de obreros y estudiantes a pelear por sus propias reivindicaciones con total independencia de los programas de los distintos sectores patronales. No sólo no hay que resignar una sola de nuestras demandas vitales. El imprescindible aumento salarial, el fin de los empleos precarios que serán los primeros en sufrir los despidos, o la lucha por aumentar los presupuestos para la educación y la salud hay que ponerlos bajo un programa de conjunto que dé una salida obrera y socialista a la crisis que, nuevamente como en el ‘89 y 2001, los capitalistas intentarán descargar sobre las espaldas del pueblo trabajador.

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Proponemos el debate de 7 medidas para que la crisis la paguen ellos.

AUMENTO DE EMERGENCIA: 35% PARA TODOS Y ESCALA MÓVIL DE SALARIOS

No al congelamiento de las paritarias y a los techos salariales. Salario mínimo equivalente a la canasta familiar. Reajuste mensual automático según la inflación real. Basta de contratos basura y trabajo en negro: a igual trabajo, igual salario. Derogación de la ley videlista del peón rural. 82 % móvil ya para jubilados y pensionados. 1.200 pesos de subsidio a todos los desempleados. Por un INDEC que le diga la verdad al pueblo, dirigido por sus trabajadores y técnicos.

PONGAMOS LA RIQUEZA DEL CAMPO AL SERVICIO DEL PUEBLO TRABAJADOR

No hay posibilidad de ninguna salida favorable sin poner a favor de la mayoría nacional la principal riqueza del país: expropiación de los terratenientes empezando por los 1.000 propietarios de 35 millones de hectáreas. Expropiación de las grandes cerealeras y sus puertos privados que lucran con el hambre del pueblo. Nacionalización del comercio exterior: alimentos accesibles para todos.

NI UN PESO A LOS BANQUEROS Y ESPECULADORES: PLATA PARA EDUCACIÓN, SALUD Y VIVIENDA

El presupuesto 2009 reafirma la voluntad del gobierno de pagar a los usureros internacionales. En cinco años los Kirchner ya pagaron 25 mil millones de dólares a los organismos financieros, más los 6.700 millones que irán al Club de París. Este año desembolsarán 4 veces más para la deuda que para la educación, 8 veces más que para la salud y 16 más que para la vivienda. La deuda es una estafa: no hay que pagarla.

TRENES Y SUBTES GESTIONADOS POR TRABAJADORES Y PASAJEROS

Ni aumentos de pasajes, ni viajar como ganado. Echar a los concesionarios vaciadores sin pagarles un centavo. Expropiación de las redes de carga en manos de las grandes exportadoras. Alto a los negociados como el Tren Bala: por una nueva red ferroviaria nacional al servicio de las necesidades populares.

PROHIBICION DE LOS DESPIDOS. OCUPACION Y CONTROL OBRERO DE TODA EMPRESA QUE CIERRE

No a las suspensiones: reparto de las horas de trabajo sin rebaja salarial. Ante los “preventivos de crisis”, las “reestructuraciones” y despidos masivos que plantearán las patronales ante la crisis, el 2001 dejó una enseñanza que hoy vive en Cerámica Zanon de Neuquén de cómo enfrentar estos ataques: ocupación y puesta en funcionamiento de las empresas por sus propios trabajadores. Por la expropiación definitiva de Zanon y todas las fábricas recuperadas y cooperativas bajo gestión obrera.

NACIONALIZAR LOS BANCOS Y LAS AFJP

Hay que responder al proceso de fuga de capitales y crisis bancarias que atraviesa la economía mundial con medidas que impidan una nueva confiscación como en 2001. Hay que sacar de las manos de los bancos los aportes de los trabajadores, depositados en las AFJP y utilizados por el Estado para pagos de la deuda externa. Por una banca estatal única controlada por los trabajadores que centralice el ahorro nacional a favor de un plan que satisfaga las necesidades populares.

NACIONALIZACION SIN PAGO DEL PETROLEO, EL GAS, LA ENERGIA ELECTRICA, la pesca Y LA MINERiA

Repsol y un puñado de empresas controlan los hidrocarburos, saquean nuestros recursos naturales agotando las reservas, mientras 13 millones no tienen acceso al gas natural. Los empresarios de la electricidad reciben subsidios millonarios y encima aumentan las tarifas. Las multinacionales mineras se llevan una renta millonaria con extraordinarias ventajas impositivas destruyendo el medio ambiente: alto a las explotaciones contaminantes. Nacionalización de todos estos recursos claves de la economía nacional sin indemnización y bajo administración directa de sus trabajadores.

BASTA DE ARGENTINA PARA LOS PATRONES:
POR UN GOBIERNO DE LOS TRABAJADORES
SIN IMPERIALISTAS NI EXPLOTADORES