por Paula Varela, Tvpts

La derecha reaccionaria argentina, Grupo Clarín mediante, ha parido una nueva “corriente de opinión” en la clase media vernácula: el kirchnerismo fierita de Tagle y Alcorta (coqueta dirección de Canal 7). Con todo el aparato mediático del Estado, más la ayuda que le presta el canal 9 de Moneta (sí, el histórico banquero de Menem acusado de lavado de dinero) a través de la emisión de los programas Duro de Domar y TVR, los periodistas de 678 van delineando las características de este nuevo perfil.
Gente “progre” y “moderna” (aunque no tanto como para desayunar en Palermo Hollywood), con una pisca de barrio (otorgada por un Barragán que combina mejor con la Negra Vernaci), ganas de blandir “banderas en mi corazón” (aunque no de hacer pogo), pero antes que todo, un profundo deseo de rec lamar su derecho a vivir en el termo de Tagle y Alcorta. Ese es el riñón de su propuesta: ser militantes de la TVpolitik.

Lo bueno de la TVPolitik, y quizás por eso su aguerrida militancia, es que no está expuesta a dar explicaciones por los flagrantes contrasentidos de la realpolitik. En la TVpolitik, el canje de la deuda que encabeza el chicago boy de la UPAU (sí, de la deuda contraída por la dictadura genocida del 76 y engordada por los gobiernos constitucionales posteriores, siempre a costa de más pobreza) es un acto de soberanía nunca visto. Sentarse junto a los burócratas sindicales, muchos de los cuales entregaron a decenas de obreros y obreras a las manos de la Triple A y las FFAA (sin hablar de los que se desbocan hoy gritando contra “la zurda loca” como el inefable Belén), es el non plus ultra de la defensa de los trabajadores. Almorzar con los mismos grupos económicos que llamaron al golpe y que hoy mantienen las condiciones de explotación que consiguieron asesinando a toda una generación, es una fiesta de la democracia. Condenar al 70% de los trabajadores argentinos a ganar la mitad de la canasta familiar y haber ampliado la brecha entre ricos y pobres, es la encarnación misma de la justicia social. Compartir palcos y listas electorales con los barones del conurbano que arrinconan a miles de desocupados a vivir de la miseria estatal, es una gesta inaudita en materia recuperación de “la dignidad del que menos tiene”. Mantener en funciones en la Bonaerense más de 9000 agentes que revistieron en la última dictadura y negarse sistemáticamente a abrir los archivos de la SIDE, es un gran acto de recuperación de la memoria (tan presente se hace el pasado con esta política, que le vale la vida de miles de pibes asesinados por el gatillo fácil o desaparecidos como Arruga y JJ López). Diferenciar entre los “malos encapuchados” y los buenos (¿a cara descubierta?) es un síntoma de madurez política aunque eso signifique abrirle la puerta al retorno de la teoría de los excesos contra la realidad de un plan sistemático de genocidio de clase. Tener de super operador del Senado al super menemista de Pichetto es el ejemplo de la encarnizada lucha de los K contra la derecha neoliberal.

Así es la TVpolitik de Tagle y Alcorta. Los periodistas de 678 son algo así como los operadores del photoshop de Susana Giménez. Gracias a sus oficios, en el set de 678, la miseria de lo posible del gobierno K se transforma en una obra de arte asimilable a la catedral de Notre Dame. Livianamente y entre risitas, los mismos progres que en los 90 criticaron la banalización de la política, hoy son la vanguardia de una militancia consistente en negar todo lo que sucede fuera del set de canal 7 (de paso, ya no como noticia porque está vieja, pero quizás para un editado de la memoria, habría que hacerle llegar a los fierita de 678 las imágenes del gobierno reprimiendo con la montada a los obreros de Kraft en Pacheco…). Livianamente y entre risitas, van legitimando que la política se aleje cada vez más de las necesidades de los que pueblan las fábricas, los lugares de trabajo, los barrios populares. Livianamente y entre risitas, van tomando, en definitiva, el programa de la derecha. Son, orgullosos, los hijos pródigos de TN.

Eso sí, lo hacen con actitud fierita. Aunque no exagerada… No vayan a creer que estos “progres” K (que se pretenden homenajeantes a la izquierda peronista de los 70), se animan a cantar “¿qué pasa General que está lleno de gorilas el gobierno popular?”. No. Más tímidos, más obsecuentes, le gritan a TN por TV, pero sonríen embelesados, no ante el General Perón, ante Aníbal Fernández, sin soñar con animarse a preguntarle por su reciente pasado duhaldista (sí, del mismo Duhalde que quiere reconciliarse con los videlistas).