A punto de cumplir 85 años y 40 (¡cuarenta!) en el sillón de secretario general de la Asociación Empleados de Comercio Rosario, Rubén Ghioldi seria declarado ciudadano distinguido por el Concejo Municipal. En esos 40 años se sucedieron gobiernos de todos los colores y dictaduras sangrientas, los empleados mercantiles perdimos una a una nuestras conquistas y hoy tenemos uno de los salarios por convenio más bajos del país con terribles condiciones laborales. Esta distinción muestra al servicio de quien ha estado el viejo dirigente durante estos 40 años. Miembro del Partido Socialista en su juventud, su trayectoria sindical ha estado ligada a muchas de las peores traiciones al movimiento obrero.

En una nota publicada recientemente, Rubén Ghioldi nombra como referentes a sus tíos Américo y Rodolfo Ghioldi, el primero dirigente del Partido Socialista que apoyó el golpe de 1955 y terminó sus días como embajador de Portugal bajo la dictadura genocida de 1976 y el segundo dirigente del Partido Comunista que también miró con buenos los ojos el golpe del ’55 y que consideraba en el ’76 que la junta genocida eran militares democráticos. No por nada el viejo Rubén confiesa: “No sé por qué, los militares a nosotros nos respetaron bastante. Tanto es así que hacíamos actos públicos el 1° de Mayo y, como siempre, poníamos el himno de los trabajadores, La Internacional, y nunca nos dijeron nada.”
Esta “convivencia pacífica” con las dictaduras genocidas muestra hasta que punto esta conducción sindical nunca fue una herramienta para la lucha de los trabajadores. Y continúa: “me dediqué exclusivamente al sindicalismo, para combatir a Perón.” Su combate al peronismo fue desde el gorilismo como hizo el PS y nunca por una alternativa independiente de los trabajadores.

En el terreno sindical, la directiva que encabeza don Rubén convive pacíficamente con el burócrata de Cavallieri que es un abierto traidor de los trabajadores mercantiles. A su vez aíslan las luchas y dejan pasar los ataques contra los trabajadores cada vez que las luchas encuentran a compañeros que no comparten las posiciones políticas y gremiales de la directiva del sindicato. Así lo vimos en COTO y Apex, en donde los delegados somos aislados al punto tal de tener incluso causas por desafuero sobre las cuales el sindicato ha hecho poco y nada.

La distinción a Rubén Ghioldi, fue impulsada por el Partido Socialista en medio de la campaña electoral que definirá la futuro gobernador de Santa Fe, el PS que integra el Frente Progresista junto con la UCR, el PDP y el PC, y lleva como candidato a Hermes Binner, busca de este modo subordinar a los trabajadores mercantiles a un candidato que defiende los intereses de los empresarios y estancieros. No por nada, los kirchnerista del Frente para la Victoria de Rosario se opusieron a esta distinción recordando el pasado gorila de los Ghioldi’s, pero sólo para que los trabajadores voten a otro candidato patronal.

Pero la familia continúa y el sobrino Carlos integra la directiva por la misma lista única que encabeza el viejo Rubén y que comparten también con miembros del PC. Carlos Ghioldi (integrante de la mesa nacional del MIC) hace gala de su “clasismo” con un silencio cómplice, sin plantear ninguna alternativa de independencia de clase y permitiendo que sus amigos del PC hagan libremente su campaña a favor del Frente Progresista.

Los delegados de COTO nos hemos conformado como Comisión Interna y estamos dando pasos para plantear una alternativa independiente de los trabajadores para la lucha y para recuperar el sindicato. Y además queremos plantearle a los trabajadores que no hay que subordinarse a los partidos patronales como intenta hacerlo la comisión directiva y empezar a discutir en cada lugar de trabajo y al interior del sindicato la necesidad de construir un gran partido de los trabajadores para enfrentar a la patronal y sus gobiernos.