Con el respaldo del diario La Nación y el grupo Clarín fue presentada en sociedad la coalición Frente Amplio -UNEN, integrada por la UCR, el FAP, la Coalición Cívica, Proyecto Sur, GEN, Libres del Sur, Frente Cívico y el PSA. Pero no pasaron 24 horas que el nuevo armado crujió entre dimes y diretes sobre Macri y el PRO. Como es de público conocimiento, Elisa Carrió, Julio Cobos, Ernesto Sanz y Hermes Binner se mostraron proclives a un acuerdo con Macri. “Hay diferencias ideológicas insalvables” objetaba Ricardito Alfonsín, omitiendo en un rapto de mala memoria la alianza UDESO, consagrada en 2011 con el derechista Francisco De Narváez. Más convincente resultó el “izquierdista””Pino Solanas, quien señaló que “sería un “disparate””, aunque a renglón seguido agregó que “en un ballotage puede haber un “entendimiento”. Sea como fuere, el curso de esta coalición de “centroizquierda” no tiene ningún empacho con la derecha.

A fin de exorcizar demonios y presentarse como “alternativa”, la plana mayor escondió al ex presidente Fernando De la Rúa, recientemente sobreseído de los 31 asesinatos ocurridos el 19 y 20 de diciembre de 2001 en Plaza de Mayo, gracias a la colaboración de la Justicia y el kirchnerismo. El fantasma del gobierno de La Alianza evoca uno de los peores azotes que sufrió el pueblo trabajador y las clases medias, entregados a la usura de los bancos y el FMI.

Así, el FA-UNEN apuesta a las elecciones de 2015, montado sobre el fraccionamiento del peronismo, expresado en la separación de Sergio Massa, líder del FR, contemplando su chance en la posibilidad de un virtual ballotage. Este “pan radicalismo””se asienta sobre una franja de las clases medias gorilas y antiperonistas, solidarias con la campaña de “seguridad ciudadana”” que estigmatiza a los jóvenes pobres de las barriadas más humildes, espacio que también disputa Massa traccionando intendentes radicales como Gustavo Posse y otros de la provincia de Buenos Aires y Neuquén. Enarbolando el discurso de “la defensa de la república y las instituciones”” llega esta nueva Unión Democrática para conspirar contra los intereses de los trabajadores y el pueblo.