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Mundo Obrero

UOM: DELEGADOS DE BASE

Un buen ejemplo

Entrevistamos a joven trabajador, de una fábrica de Capital Federal, donde eligieron delegados recientemente, en el marco del Fallo de la Corte.

PTS

11 de diciembre 2008

¿Cómo estaba la situación en la fábrica?

Hace un año atrás no podías afiliarte al sindicato y te echaban si lo intentabas. La empresa crecía y duplicaba el plantel de empleados, pero las condiciones de trabajo eran pésimas, sin categorías, 10 horas, no nos pagaban el horario de comida, etc. Todo con la complicidad del sindicato que sólo aparecía una vez por mes para juntarse con Recursos Humanos y llevarse el “sobre”.

Con un grupo de compañeros comenzamos a organizarnos. Nos juntamos a jugar al fútbol y a charlar de cómo no se respetaba el convenio.

La empresa sabía que tenía a toda la fábrica en contra, y entonces tuvo que comenzar a dar algunas cosas, como categorías.

¿Cómo se dio el proceso de elección de delegados? ¿Pensas que el fallo de la corte tuvo algo que ver?

Si claro, de un día para el otro el sindicato apareció para decir que había que elegir delegados. Fue una medida preventiva para que no surjan, apoyados en la posibilidad que otorga el fallo de la Corte Suprema, delegados combativos. Por eso, el sindicato terminó apoyando a los delegados que impulsó la patronal, los que ellos podían manejar fácilmente.

Nosotros no queremos delegados comprados y por eso los trabajadores me propusieron a mi junto con otros compañeros.

Acá empezaron los problemas: el sindicato no aceptó mi candidatura y la patronal me presionó para que no me presente. Primero, amenazándome que me iban a echar. Como esto no les resultó, después me ofrecieron un puesto mayor para que me baje. Tampoco acepte.

Al enterarse de estas maniobras, mis compañeros me apoyaron e insistieron con mi candidatura. Abierto el debate, algunos propusimos que debían elegirse delegados por sector. La gran mayoría estuvo de acuerdo.

Como la patronal sabía que así sus delegados perdían, convocó a una reunión para que se presenten en público todos los candidatos, esperando que los elegidos por la gente no se atrevieran a hablar.
Sin embargo, los compañeros no se callaron y discutimos para qué tenían que servir los delegados. Ahí yo propuse que los delegados debían hacer asambleas y cumplir la decisión de la mayoría y que si se cobraran horas gremiales debían ser destinas a un fondo de lucha.

Como seguían sin aceptar mi candidatura, me asesoré por abogados y mandé una carta documento. Por todo eso, tanto la patronal como el sindicato tuvieron que retroceder y aceptar las elecciones en los términos propuestos por la mayoría, aunque no aceptaron delegados por sector.

Finalmente, ganamos con el voto de casi toda la fábrica.

¿Cuales son tus conclusiones?

A partir de ahora, los compañeros saben que podemos defender nuestros derechos con delegados combativos al frente y la unión de todos.

Esto recién comienza, y sabemos que, ante despidos, recortes de la jornadas, suspensiones y demás, solo con una fuerte organización podemos estar a la altura de las peleas que se vienen.

Prensa

Virginia Rom 113103-4422

Elizabeth Lallana 113674-7357

Marcela Soler115470-9292

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