Entraron en la recta final hacia las elecciones en la UF; ¿Qué desafíos tienen los compañeros de la Lista Naranja para estos últimos días?

Las compañeras y compañeros salieron muy moralizados del asado del 11 de noviembre en ATE Burzaco. Encaramos esta última semana con mucho entusiasmo. Esta gran campaña militante se refleja en los paredones, las pegatinas, las viseras naranjas que usan los catangos en las vías. Incluso están pegando muy fuerte los stickers, sobre todo el que es específico de las mujeres ferroviarias.

Como parte del sindicalismo de izquierda, durante el paro del 20 nos movilizamos al puente Pueyrredón. Es más que evidente que las cadenas del miedo impuestas por tantos años de mafia verde comienzan a romperse. Con su dirección presa por el crimen de Mariano Ferreyra, la crisis de la Verde no se sabe dónde puede terminar. Nuestro desafío es capitalizar un voto que exprese esta crisis con la Verde y que fortalezca una fuerte corriente antiburocrática y combativa que se organice para luego del 27. Por eso decimos que La Naranja vino para quedarse.

¿A qué te referís con esa última frase?

Nuestra lista está integrada por trabajadoras y trabajadores de todas las especialidades y de todos los corredores. Surge de la unidad entre quienes desde hace años venimos impulsando la Bordó en el Roca, y compañeros y compañeras que vienen de romper con la Verde; haber conseguido esta unidad es parte de nuestra lucha por una lista unitaria de la oposición, y es un logro en sí mismo. El objetivo histórico de La Bordó es formar una agrupación clasista que luche por una UF sin burócratas y por la independencia política de los trabajadores, para que nos organicemos en nuestro propio partido. La Naranja recoge esa tradición y con la incorporación de muchas compañeras y compañeros nuevos nos jugamos a transformarnos en una alternativa real a la Verde, para recuperar la UF para los trabajadores.