Nuevamente, el gobernador Alperovich se volvió a burlar de los trabajadores autoconvocados. Otra vez contó con el apoyo de Monseñor Villalba, quien amenazó a los trabajadores con salir de la negociación si no aceptaban $50 a la base de cálculo y el pase a planta de 1.500 transitorios. Pero incluso el chantaje de Villalba no llegó a ningún lado, porque el Gobierno se negó a dar los $50 y a devolver los descuentos que viene realizando hace cuatro meses.

Como venimos marcando, Alperovich apuesta al desgaste, apoyándose en la cúpula de la Iglesia y en la burocracia de ATSA, quien atemoriza a los sectores más precarizados de que luego del conflicto quedarán en la calle. Asimismo un sector de los delegados viene planteando la necesidad de darle una tregua al Gobierno, y pretenden que se levanten las medidas sin prácticamente nada en la mano. Recordemos que hasta ahora no hubo ninguna propuesta concreta del ejecutivo que dé respuesta a los puntos que levantan los autoconvocados: 1) Aumento de $250 a la base de cálculo, 2) Pase a planta de los más de 7 mil trabajadores transitorios, contratados, planes trabajar, etc., 3) Declarar trabajo insalubre y 4) 82% móvil.

Alperovich, quien en el presupuesto 2010 estimo un aumento a sueldos estatales de apenas 15,5%, sabe que si otorga estos puntos a los autoconvocados, seguramente el conjunto de los trabajadores del Estado lucharán por lo propio. El próximo presupuesto contempla más de $500 millones en concepto de deuda y varios miles de millones irán a parar a manos de las grandes constructoras.

En el Hospital Avellaneda, producto de descuentos realizados, los autoconvocados exigieron la renuncia del Director del Hospital, propuesta que desde hace un tiempo se viene votando en el Hospital Centro de Salud. Junto con las exigencias de renuncia (y medidas más contundentes para lograrlo), se deben poner en pie direcciones de hospital que respondan a las asambleas de trabajadores y que, en vez de administrar “lo que hay”, se pongan a la cabeza de luchar por mejor presupuesto e infraestructura.

El pasado miércoles los autoconvocados volvieron a mostrar su fuerza con una marcha de antorchas que superó las 5 mil personas. A pesar del desgaste, producto de 6 meses de lucha, los trabajadores muestran una gran predisposición. Lo que comienza a ser necesario es extender el conflicto a nivel nacional, organizando una gran marcha a Plaza de Mayo por la salud, el salario y el trabajo, confluyendo con todos los trabajadores en lucha del país.

Un debate

Desde los inicios del conflicto desde el PTS venimos planteando la necesidad de extender el conflicto, planteando que los autoconvocados tienen la suficiente autoridad para convocar a una asamblea o encuentro provincial que sume fuerzas sociales para doblarle el brazo al gobierno. Hace unas semanas desde el Hospital Avellaneda se convocó a distintos sectores políticos y sociales a una Coordinadora de Lucha. Sorprendentemente, el Partido Obrero planteó que en dicho espacio no se debían debatir programas ni realizar discusiones políticas, dado que llevaría a “debates ideológicos” y lo que se necesitan son cuestiones exclusivamente prácticas. Esta visión lleva directamente a la impotencia frente a la acción organizada y política de los sectores conciliadores (con el PCR y la Iglesia a la cabeza), el Gobierno y la burocracia sindical. Llamamos a los compañeros del Partido Obrero a rever su posición e impulsar juntos un espacio clasista y antiburocrático que se ubique política y sindicalmente como alternativa para los trabajadores.