El conflicto de los trabajadores de la salud lleva ya más de 5 meses. Poco a poco empieza a nombrarse en los medios nacionales. En el reciente Encuentro Nacional de Mujeres realizado en Tucumán, los autoconvocados levantaron su voz junto a las trabajadoras en lucha de Terrabusi, de sus pares del Garrahan y otros Hospitales.

¿Por qué es tan duro este conflicto? Sólo algunos datos de la situación de la salud en Tucumán muestran lo que está en juego. De los 15 mil trabajadores dependientes de la provincia, 5 mil lo hacen en condiciones precarias. Si Tucumán tiene uno de los salarios promedios más bajos del país, la salud no es la excepción. Con un básico que ronda los $830, un profesional con 10 años de antigüedad no recibe más de $2.000. Pero incluso estos son privilegiados en relación a los que trabajan bajo el régimen del Plan Nacer, donde el salario es de $1.400. El ex Ministro de Salud de Tucumán, Juan Manzur, logró imponer un sistema de salud donde los contratos de locación de servicios son lo que priman. El salario promedio de estos es de $800 y son la mayoría del personal de los Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS). No es de extrañar que en épocas de crisis y con necesidades de recorte, Manzur haya sido nombrado Ministro de Salud de la Nación. Pero la destrucción del sistema sanitario no sólo se refiere a los salarios y la relación laboral. Todos los Hospitales y CAPS están desbordados y la infraestructura es totalmente deficiente. En muchos casos se inauguran salas con maquinas nuevas, para luego retirarlas y llevarlas hasta una nueva sala a inaugurar. Cualquier paralelismo con la década menemista no es coincidencia. Las precarias condiciones de trabajo llevó a que gran parte de los enfermos por gripe A en nuestra provincia, sean empleados del SIPROSA (Sistema Provincial de Salud), incluidas dos enfermeras del Hospital de Niños que fallecieron por esa causa. Por cierto, las dos enfermeras trabajaban en negro y por eso sus familias no recibirán indemnización, ni pensión alguna.

Hipocresías

Alperovich acusa a los autoconvocados de “abandonar a los más humildes”. Hipocresía. El gobernador de los 1.200 millones de pesos de patrimonio declarado, mantiene a Tucumán con 40% de la población bajo la línea de pobreza, con dos dígitos de desocupación y con 20 mil niños desnutridos. Al igual que los Kirchner con el Indec, el gobernador mantiene índices de mortalidad infantil truchos. Todo esto, luego de más de 5 años de crecimiento a tasas récord.

Es por eso que, frente a la crisis económica, el movimiento de autoconvocados fue en crecimiento. En un comienzo, Alperovich se refirió a los autoconvocados como “un grupo de loquitos”, pero poco a poco la lucha se fue extendiendo. Las burocracias sindicales de AME, SUMAR y ATSA intentaron en todo momento dividir a los médicos del resto del personal, pero la organización desde las bases pudo más que el puñado de burócratas. Las medidas de fuerza también se fueron radicalizando: primero fueron marchas, después quite de colaboración, luego paros progresivos, hasta llegar a la situación actual de más de un mes de paro por tiempo indeterminado.

El gobierno fracasó en su intento de derrotarlos mediante el desgaste, con descuentos salariales, persecuciones, amenazas, etc., pero los trabajadores tampoco pueden todavía derrotar las políticas de Alperovich. Si bien en general los paros son fuertes en la mayoría de los hospitales importantes, todavía no se puede organizar a la mayoría del personal no profesional, y en los CAPS la presión es muy fuerte para poder sostener las medidas de fuerza. Mientras el gobierno mantiene activa y en forma permanente una campaña de difamación, los trabajadores todavia no dimos una respuesta, haciendo una campaña permanente de denuncia de las políticas del gobierno y de la verdadera situación de la salud.

Un polo de referencia para los trabajadores

Asimismo, comienza a mostrarse un ala que pretende desviar la discusión de las medidas necesarias para triunfar y que el movimiento gire hacia conformar un nuevo sindicato. Este mismo sector invitó a la diputada Stolbizer de la Coalición Cívica a apoyar el conflicto, la misma que pretende quitar las retenciones a los terratenientes sojeros.

Desde el PTS venimos acompañando a los autoconvocados en cada una de las acciones que vienen realizando, impulsando el fondo de huelga y cortes de calle en las universidades, y discutiendo la necesidad que el conflicto se extienda a otros sectores de trabajadores. Desde el Hospital Avellaneda se convocó a un Plenario Multisectorial, en el cual impulsaremos la necesidad de comenzar a aglutinar a otros sectores de trabajadores y estudiantes que además de realizar acciones de apoyo comience a conformar un polo de referencia antiburocrático, combativo y clasista en Tucumán.
Corresponsal