El jueves 29 de mayo, después de 24 días de paro y piquetes, de haber sido amenazados con la policía, de haber sido abandonados por su sindicato, los trabajadores y las trabajadoras de Werthein obtuvieron un gran triunfo: se dejaron sin efecto los 10 despidos, ganaron $2,50 de aumento (de bolsillo) la hora, 50% extra las horas de los domingos para los trabajadores de limpieza, 50% de pago de los días caídos, y distintas condiciones de trabajo. A su vez se declaró sin efecto la suspensión de los delegados.

Este triunfo no hubiera sido posible sin la organización y la lucha que dieron las trabajadoras y los trabajadores, quienes mantuvieron la unidad, hicieron fondo de huelga, unieron fuerzas con otros trabajadores, como los ceramistas de Zanon y el SOECN, buscaron solidaridad en la CTA y se apoyaron en los partidos de izquierda que se volcaron a su lucha. Y la pelea tambien se dió en el terreno legal.

Ese jueves 29, por la mañana se realizó una audiencia entre los trabajadores de Werthein y la patronal, audiencia conseguida por los trabajadores después de distintas marchas y presentaciones: al acto del 25 de mayo donde “se entrevistaron” con el intendente, a la delegación de Trabajo, al Concejo Deliberante de la ciudad. Lejos del intento de los medios de hacer pasar esto como una concesión de distintos sectores políticos, este triunfo demuestra lo que pueden los trabajadores cuando confían en sus fuerzas y su organización.

De la audiencia participaron tres jueces de Cámara (que debió ser integrada con un vocal de otra sala porque ya habíamos conseguido el apartamiento de la jueza que en forma amedrentadora les había dicho a los trabajadores “ustedes van a ser todos despedidos”), un representante del directorio de Werthein con su abogado, y los 3 delegados de los trabajadores, acompañados por 5 trabajadores y trabajadoras de base y por mí, como su abogada.

Cuando llegamos a la carpa con el acta firmada y la buena noticia llegaron los festejos, los abrazos y los llantos de emoción y alegría.

Hacía 15 años que en la empresa de los Werthein no había un paro. Las trabajadoras y trabajadores pudieron transformar tanta bronca acumulada en organización y obtener este importante triunfo. No sólo consiguieron sus reclamos; más importante aún, supieron defender a sus delegados y su organización e hicieron retroceder a una patronal de peso, como los Werthein, que tiene el control de Telecom y se destaca entre los grupos de capitalistas agrario – financieros.

“Esto me hace acordar a cuando empezamos nosotros”, decía una trabajadora de Zanon entre abrazos y felicitaciones. “Unidad, de los trabajadores, y al que no le gusta, se jode, se jode” era el incansable grito de respuesta de las obreras y obreros de Werthein.