Entre abrazos y lágrimas de alegría este lunes los obreros papeleros vieron cruzar el portón de la fábrica a su compañero “Chango” Acevedo. Luego de dos meses de lucha, los trabajadores consiguieron que el grupo multinacional SANOVO GREENPACK reincorporara al trabajador, respetando las tareas livianas prescriptas hace meses por su médico. La patronal debió ordenar la reincorporación, luego que producto de una enorme lucha, el gobierno provincial fijara una Junta Médica “oficial”, conformada por médicos del sistema público de salud, que determinaron las tareas a realizar por el compañero.

Una enorme “lucha solidaria”

La empresa, acostumbrada a manejarse con la impunidad que le brinda el poder político, intentó dejar a “Chango” Acevedo en la calle como si fuera “material descartable”. Pero esta vez los obreros papeleros dijeron basta, y frente a este atropello toda la fábrica se plantó.

Como toda experiencia profunda, la lucha papelera está plagada de valiosas enseñanzas que los obreros van procesando al calor de los festejos. Desde las primeras asambleas, el trabajo a reglamento y quite de colaboración, los paros de una hora por turno; hasta paralizar completamente la fábrica durante casi un mes y terminar cortando rutas y puentes. En el medio sucedieron las amenazas de despidos y los aprietes de la empresa; la militarización de la fábrica con la policía provincial; los descuentos en los salarios de cada trabajador; el fondo de huelga; la conformación de la Comisión de Mujeres; la solidaridad recibida de la organizaciones obreras, estudiantiles y políticas. Inclusive, decenas de papeleros llevaron con firmeza su reclamo a la Legislatura neuquina, junto al diputado del FIT- PTS, Raúl Godoy. Este enorme triunfo es una gran enseñanza de lucha y organización hacia adelante, y los obreros ya se están proponiendo nuevos desafíos.

No es para menos. Luego de enfrentar a una multinacional extranjera, al gobierno provincial y su Subsecretaría de Trabajo, a la policía y hasta al propio sindicato, los papeleros no sólo tienen el derecho, sino la responsabilidad de plantearse grandes objetivos.

En el gremio papelero y en varios establecimientos del Parque Industrial de Neuquén reina la dictadura patronal: condiciones de trabajo insalubres, jóvenes precarizados sin ningún derecho, fábricas y talleres sin representación gremial, despidos arbitrarios, son todos motivos para dar pasos firmes en la reorganización de la histórica Agrupación Marrón Papeleros, no sólo para conquistar derechos en MOLARSA, sino para recuperar el sindicato de manos de la burocracia y ponerlo al servicio de la lucha de otros trabajadores y trabajadoras.