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NACIONAL

MÁS PRUEBAS DE COMPLICIDAD EN LA CAUSA POR LA MASACRE DE ONCE

Transporte: pacto criminal entre Gobierno, burocracia y empresarios

El juez Bonadío, en un extenso documento, alega que lo de Once no se trató de un accidente sino del resultado de la acción de una “trilogía siniestra” que agrupa a empresarios, funcionarios y sindicalistas; nada más y nada menos que lo que vienen denunciando los mismos trabajadores ferroviarios desde hace años.

Verónica Zaldívar

1ro de noviembre 2012

Transporte: pacto criminal entre Gobierno, burocracia y empresarios

El desafortunado comentario efectuado el mismo día en que murieron 51 personas y 789 resultaron heridas vuelve a resonar al conocerse que, al igual que Ricardo Jaime, Schiavi está procesado en la causa por la Masacre de Once. El juez Bonadío, en un extenso documento, alega que no se trató de un accidente sino del resultado de la acción de una “trilogía siniestra” que agrupa a empresarios, funcionarios y sindicalistas; nada más y nada menos que lo que vienen denunciando los mismos trabajadores ferroviarios desde hace años. El juez imputó a los acusados del lado empresarial bajo la figura de “asociación ilícita”, mientras que a los funcionarios los acusó de delitos de menor gravedad, excarcelables; centralmente por no realizar los controles pertinentes -desde los aspectos técnicos hasta el entrenamiento de los trabajadores y en qué se utilizaba el dinero de los subsidios-. Más allá que una actitud negligente es de por sí criminal si hablamos de un medio que transporta 420 millones de personas al año, al utilizar cargos de menores se disimula la participación activa de los funcionarios en años de negociados en el transporte, donde las dádivas y favores mutuos son prácticas cotidianas. Entre los imputados se encuentra también Antonio Luna, del gremio La Fraternidad y hasta hace poco subsecretario de Transporte Ferroviario. Luna es sólo la cara más visible de la mafia de la burocracia ferroviaria, que hizo grandes negocios junto a funcionarios y empresarios, como está quedando en evidencia también en el juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra.

Randazzo y el “noventismo”

El ministro del Interior y Transporte salió a dar explicaciones sobre los retrasados trabajos de renovación en el ex Ferrocarril Sarmiento, para cuya realización se cortaron los servicios nocturnos y los del día domingo hace varios meses. Más allá de que las nuevas promesas resultan poco creíbles para quienes sufren viajar en tren cotidianamente, resulta más inverosímil aun el argumento de Randazzo alegando que la situación actual es resultado de la nefasta política implementada en los ’90, cuando se privatizaron los ferrocarriles. Lo que el ministro omite decir es que hace ya largos 9 años que el kirchnerismo se hizo del poder en Argentina, dando continuidad a la mayoría de los lineamientos económicos “noventistas”. Tampoco menciona las denuncias que realizaron constantemente los trabajadores ferroviarios alertando que se iba a producir un “Cromañón ferroviario”, ni los informes de la Auditoria General de la Nación sobre el estado desastroso de los trenes, ni las 500 denuncias de usuarios recibidas por la CNRT por el mismo motivo. Antes todo esto, decir que se desconocía la situación o que en casi una década no pudieron tomarse medidas básicas para mejorar el servicio, resulta una burda mentira. La posición del gobierno nacional es indefendible, ya que fue su política de subsidios a las empresas concesionarias, sin ningún control de los gastos, lo que potenció la expansión brutal de grupos empresariales como los regenteados por Cirigliano, Roggio o Romero. Todos ellos se enriquecieron en desmedro de la calidad del servicio, al no realizar las inversiones necesarias para acondicionar una infraestructura ferroviaria absolutamente obsoleta.

Eslabones perdidos

En la “cadena de felicidad” que describe Bonadío (refiriéndose al alevoso enriquecimiento de los Cirigliano y sus secuaces) hay algunos “eslabones perdidos”. Un claro ejemplo es que se deje libre de cargo y culpa a Julio De Vido, bajo cuya órbita se desarrolló todo el entramado que sale a la luz durante estos últimos meses; de él dependía la Secretaría de Transporte hasta hace poco tiempo. Otro personaje muy conocido en el sector del transporte, el ex interventor de la CNRT Antonio Sícaro, estuvo imputado pero fue sobreseído por Bonadío; era quien recibía las denuncias sobre el estado de los trenes, pero nunca actuó en consecuencia.

Subsidios & Co.

Desde la entrega de la administración del Sarmiento y el Mitre a los Cirigliano en el ’95 a esta parte corrió mucha agua bajo el puente. Y mucho dinero por despachos oficiales y oficinas de directivos de empresas. Con la entrega de subsidios a gran escala a las privatizadas se abrió una nueva etapa que varios habilidosos (y poco escrupulosos) supieron aprovechar para beneficio propio. Los Cirigliano pasaron en pocos años a ser propietarios de 40 líneas de colectivos urbanos e interurbanos con una flota de 2.000 coches, además de explotar las líneas Sarmiento y Mitre, y participar también de la administración de las demás líneas desde entes de administración mixta (gubernamental y privada) como UGOFE. Se expandieron creando o comprando empresas que les garantizaran actuar como proveedores del monumental negocio del transporte en sus diferentes etapas, como por ejemplo la fabricación o refacción de coches. Desviaron el dinero de los subsidios y las ganancias obtenidas hacia empresas cuyo fin real era absorber esos fondos haciéndolos pasar como pagos por “asesoramiento”, entre otros servicios. Ese dinero se utilizó para tener una vida de lujos y placeres (ver infografía), infinitamente distante de la de quienes viajan en condiciones degradantes cotidianamente en los ferrocarriles o colectivos, sólo para ir a trabajar.


INFOGRAFÍ

Un verdadero tren fantasma

Los Cirigliano crearon una estructura de empresas fantasma para desviar los millones recibidos del gobierno nacional en concepto de subsidios, práctica similar a los Roggio de Metrovías. Para esto necesitaron la complicidad de la burocracia sindical del ferrocarril y, fundamentalmente, del gobierno y sus funcionarios. Mientras tanto, los que la siguen pasando “de terror” son los usuarios y trabajadores del ferrocarril. Bienvenidos al tren fantasma, un paseo protagonizado por la impunidad, la complicidad y la avaricia.


Lujos para empresarios y funcionarios

En qué gastaban los subsidios:

Vinos y joyas $78.000
Arreglos florales y adornos $54.000
Muebles Polinesia u$s10.193
Carteras u$s2.594

Viajes a Colombia, México, Italia, Francia, España, Chile, Perú

Muchos de estos “beneficios” fueron disfrutados también por los responsables de transporte del gobierno nacional


Crímenes contra el pueblo trabajador

 190 muertos y 1.727 heridos en 1.205 accidentes ferroviarios entre enero y julio de 2012 (sin contar Belgrano Cargas ni San Martín)

 3.200 personas muertas desde 2004

 Más de 2.000 accidentes en Sarmiento y Mitre en sólo 8 años de concesión (estuvieron casi 20)

 451 multas a TBA entre 2002 y 2011 por mal servicio

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