logo PTS

Notas de Tapa

NO AL PACTO DE LA CGT CON EL GOBIERNO Y LOS EMPRESARIOS

“Todos unidos perderemos”

Con la unidad de los fieles kirchneristas y los seguidores de Carlos Reutemann en la provincia de Santa Fe para las próximas elecciones de 2011, el gobierno de Cristina no deja de afirmar su giro a la derech

Ruth Werner

10 de febrero 2011

“Todos unidos perderemos”

Con la unidad de los fieles kirchneristas y los seguidores de Carlos Reutemann en la provincia de Santa Fe para las próximas elecciones de 2011, el gobierno de Cristina no deja de afirmar su giro a la derecha. El santafesino, además de ser un buen alumno de Menem, supo ser una de las principales espadas de la Mesa de Enlace campera. “Todos unidos triunfaremos” tituló eufórico el oficialista Página/12

Acostumbrada a tragarse sapos y luego a justificar cada empacho, ¿qué dirá ahora la “izquierda” K?. Ahora los progres tendrán como aliados de la campaña para “profundizar el modelo” en Santa Fe, a los “oligarcas” provenientes del Peronismo sojero.

¿A dónde quedó la “madre de todas las batallas” que el movimiento “nacional y popular” libraba contra la “oligarquía”? A decir verdad, la gran “gesta” de la 125 sólo fue un intento de poner un límite a las millonadas que recibían al año los productores agropecuarios. Pero un límite nomás, porque por más tacuara que se haya clavado en las puertas del Congreso, ni ayer ni hoy puede ocultarse que bajo el “modelo” K, los sojeros se la llevaron y se la siguen llevando con pala.

El menú también incluye postre: ahí están los pibes asesinados por la bonaerense en la emblemática localidad de José León Suárez. La “maldita” policía de Daniel Scioli (uno de los puntales kirchneristas, “por derecha”), volvió a matar a mansalva. Eran jóvenes y pobres y fueron acusados, a posteriori y sin pruebas, de ser parte de quienes descarrilaron el tren para saquearlo. El gobierno tuvo que dejar de lado por un rato el armado electoral para ocuparse de lo que estaba sucediendo en la calle. Se vio obligado a intervenir la Comisaría de José León Suárez ante la rebelión de los vecinos indignados por los crímenes. En esa localidad se encuentra uno de los grandes bolsones de pobreza de la provincia de Buenos Aires, donde es común ver a los niños revolver la basura para encontrar algo que comer. Allí la “distribución de la riqueza”, el “compañero” Scioli, la hace a tiro limpio o a gatillo fácil, como le dicen.

En este marco, la colectora que CFK impulsa en la provincia con Martín Sabbatella a la cabeza es un “dulce” para “disconformes” y así poder captar el electorado progresista en la provincia más importante del país. El doble discurso kirchnerista será plasmado literalmente en dos boletas, la oficial de Scioli y los intendentes (que hoy protestan contra Sabbatella) y la centroizquierdista de Nuevo Encuentro. Ambas apoyarán a Cristina y están al servicio de un “modelo” donde los que pierden son siempre los mismos. Mientras, en la Ciudad de Buenos Aires, los progres K de Carta Abierta y la CTA –con el dirigente del Subte Beto Pianelli– cierran filas junto a los hermanos Daer para apoyar la candidatura a jefe de Gobierno del ministro de Trabajo de la precariedad laboral, Carlos Tomada.

“Equilibrio y racionalidad”

El kirchnerismo suele ser pródigo en palabras y el pasado lunes 7 Cristina pronunció las suyas en un acto en la UOCRA donde pidió a gremios y empresarios “equilibrio y racionalidad”. Esta vez sus laderos eran Hugo Moyano de la CGT y Gerardo Martínez de la UOCRA, y el discurso apuntaba a las próximas paritarias.

Aunque el ministro Tomada no da aún el brazo a torcer con la suba del impuesto a las ganancias, la amistad entre la presidenta y los caciques de la CGT no parece presentar grandes fisuras. El acuerdo que están a punto de firmar los dirigentes del sindicato de los petroleros da la pauta de hacia dónde están dispuestos a ir el gobierno, los empresarios y los burócratas sindicales. Un convenio donde a cambio de la participación de los trabajadores en las utilidades, aceptarían acordar aumentos en torno al 20%.

La crisis desatada en la Unión Industrial Argentina acaba de provocar la renuncia de su jefe Héctor Méndez. Los empresarios están inmersos en una interna donde el gobierno ha metido la cola. El kirchnerismo apuesta todas sus fichas al ala que impulsa al industrial Javier Madanes Quintanilla a la presidencia de la central empresaria. Hoy es uno de los empresarios punteros en intentar quebrar al sindicalismo de base con la persecución de delegados en FATE. Pero Madanes también tiene su historia. En 1971 la dictadura de Agustín Lanusse le dio un gran espaldarazo adjudicándole a su grupo el monopolio del aluminio a través de la empresa ALUAR. El resto de los sectores patronales, entre los que se encuentra Techint, apuestan a candidatos opositores en las próximas elecciones de 2011.
Pero pese a estas diferencias todos coinciden en que -como dice Cristina- “la puja distributiva no se desmadre”. Este es el gran acuerdo entre burócratas sindicales, empresarios y el gobierno nacional.

Los que quedaron afuera de la “fiesta”

El kirchnerismo busca un pacto para limitar el reclamo salarial, de cara a las próximas negociaciones, en un momento que no se puede ocultar que la inflación avanza presurosa carcomiendo los bolsillos del pueblo trabajador. La suba del precio de los alimentos no da tregua y la canasta para no ser considerado pobre ya alcanza, según estimaciones privadas, un costo cercano a los $2.200. Al día de hoy ya son seis los niños muertos en una semana en la población wichi de la provincia de Salta. El gobernador Urtubey dice que estas muertes son un “problema cultural”, aduciendo que los pueblos originarios no van al hospital. Pero más allá de sus cínicas afirmaciones, lo cierto es que en un país que produce alimentos para 200 millones de personas, el “modelo nacional y popular” no es capaz de alimentar a sus propios 40 millones de habitantes y muestra la vergüenza de las muertes por hambre.

Millones son los que no han sido invitados a la “fiesta” de este “sostenido crecimiento económico”. Son los que trabajan en negro, los tercerizados, los desocupados, la juventud que no trabaja ni estudia (como la que abunda en el Gran Buenos Aires), los pobres, los indigentes. Para muchos de ellos el único consuelo es cobrar la Asignación Universal por Hijo y aprender a esquivar las balas de la policía. Para los jubilados, contentarse con migajas, como el último “gran aumento” del 17%. ¡6 pesos más por día, cuando cerca del 75% cobra la jubilación mínima valuada en menos de $1.300!

La presidenta dijo en ese mismo discurso que hay que “cuidar” al modelo porque todavía quedan tercerizados y hasta quienes trabajan en condiciones de esclavitud. Se ha denunciado una y otra vez que la ley que rige a los peones rurales lleva la firma de Jorge Rafael Videla. La norma permite condiciones laborales infrahumanas como la esclavitud que se ha denunciado en multinacionales como Nidera hace sólo un mes atrás. Pero no sólo en estos casi 8 años de gobierno kirchnerista la ley no fue removida, sino que ahora se alían a quienes no dejan de sacarle provecho, como sus aliados sojeros de Santa Fe. Muy ilustrativo.

Unidad de la clase trabajadora

Desde el PTS estamos peleando por construir entre los trabajadores una corriente que luche para unificar las filas de la clase obrera que la patronal con el aval de la burocracia dividen. Una corriente que se proponga además unir las fuerzas de los trabajadores con el pueblo pobre y oprimido, los que el gobierno y la derecha quieren criminalizar. Una corriente que luche por la independencia política de la clase trabajadora, de oposición a todas las variantes patronales.

Tenemos importantes tareas por delante. El próximo viernes 11 los trabajadores de FATE marchan hacia la UIA para denunciar la persecución sindical que sufren los delegados de base y repudiar el desafuero e intento de despido que promueve la patronal “nacional y popular” de Madanes Quintanilla contra el delegado de base Víctor Ottoboni. Así como estamos impulsando un frente único junto a la CTA y otras organizaciones en esta pelea, debemos profundizar este camino para poner en pie una gran campaña por la defensa de todos los delegados de base perseguidos, para acabar con los procesamientos a los compañeros ferroviarios encausados por ejercer el derecho a huelga y corte de vías, por la defensa de los 5.000 procesados obreros y populares. No hay que olvidar que muchos de ellos están siendo perseguidos por defender a los sectores más explotados de la clase obrera que se han animado a realizar medidas de lucha.

Queremos construir un polo de la clase trabajadora, de los sectores combativos que pelee contra el gatillo fácil, por la libertad a Roberto Martino y por repudiar la baja de la edad de la imputabilidad para los menores.

Ante la próxima ronda de paritarias, necesitamos la unidad de la clase trabajadora para enfrentar los techos salariales. Para que todos los tercerizados pasen a planta permanente como en el Roca. Para prohibir el trabajo en negro. Para imponer a igual trabajo, igual salario equivalente a la canasta familiar para todos.

Prensa

Virginia Rom 113103-4422

Elizabeth Lallana 113674-7357

Marcela Soler115470-9292

Temas relacionados: