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NACIONAL

Todos los derechos para la juventud y los inmigrantes

Christian Castillo, dirigente nacional del PTS en el Frente de Izquierda, participó el 19/9 en el debate sobre la reforma del Código Electoral en la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado.

PTS

20 de septiembre 2012

Voy a hablar en representación de mi partido, el PTS, integrante del FIT junto al Partido Obrero e Izquierda Socialista.

Nuestra organización cuenta con una fuerte militancia juvenil en colegios, en facultades, en lugares de trabajo, una juventud que no aspira a tener funcionarios con cuentas millonarias o vivir en Puerto Madero, sino una juventud que ha sido procesada. Por cortar la Panamericana en la lucha de los obreros de Kraft, por acompañar a los obreros de Zanon, o por luchar junto a los trabajadores ferroviarios por terminar con la tercerización. En esa lucha, un compañero que no es de mi partido, pero sí pertenecía a una de las fuerzas del Frente de Izquierda, fue asesinado. Es el gran símbolo de la juventud obrera luchadora, el compañero Mariano Ferreyra a quien quiero rendir homenaje.

Hay que profundizar sobre la situación de la juventud y de los que son denominados en el proyecto, como los extranjeros. Lejos de ese panorama de paraíso juvenil, que presenta los fundamentos de uno de los proyectos y también planteó el Ministro Sileoni, un 36,8% de los jóvenes entre 13 y 17 años vive en hogares bajo la línea de pobreza. Casi un 10% en la indigencia. El 17,9% de los jóvenes, entre 13 y 17 años, está desocupado. En esa edad son 500 mil los jóvenes que en nuestro país no trabajan ni estudian, y casi 1 millón si nos extendemos a los 20 años. El 60% de los jóvenes que tiene trabajo no llega a cobrar el mínimo de $2.800 y la gran mayoría lo hace en situación de precariedad. Ni hablemos de aquellos que bajo el eufemismo de las pasantías, decreto reglamentado en 2011 por la Presidenta, realizan en realidad un trabajo gratuito para alguno de los monopolios que encargan este régimen de trabajo, una de las formas de fraude laboral. En este momento hay varias escuelas de la Ciudad de Buenos Aires tomadas, entre otros puntos, contra la implementación de ese decreto en las Escuelas técnicas, donde los jóvenes están dando una verdadera lección a los adultos. Porque reclaman: igual trabajo, plenos derechos laborales y salario para quienes lo realizan.

La juventud es en gran parte fuerza de trabajo superexplotada por la clase capitalista. Y esa situación se ha profundizado en estos años. De los jóvenes entre 20 y 24 años, donde ya hubieran podido completar los estudios secundarios, el 46% aún no lo ha hecho. Los jóvenes son las principales víctimas del agravamiento de las penas, la gran mayoría de las personas privadas de su libertad, la mayoría sin condena firme. Son también las principales víctimas del “gatillo fácil”, según CORREPI el 54% de todos los que cayeron víctimas de acciones de este tipo, de 1983 a la fecha.

Las jóvenes mujeres son las que sufren la falta de educación sexual en los colegios (producto en gran parte de la presión de la Iglesia Católica) son las que también sufren la ausencia de un derecho elemental como es el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.

Nosotros sostenemos, y es parte de nuestro programa, los plenos derechos para todos los jóvenes a partir de los 16 años, no sólo el derecho al sufragio, que la mayoría de edad sea a los 16 años. Estamos en contra de la política de domesticación de la juventud que fomenta esta cultura capitalista. La militancia juvenil se hace no gracias a este régimen, sino a pesar de las trabas permanentes que este sistema pone a los jóvenes que quieren militar.

Desde el punto de vista de los conservadores y reaccionarios, los entiendo, ellos miran el mundo y ven acá nomás en Chile a los jóvenes secundarios que en 2006 protagonizaron el movimiento de los “pingüinos”, que en 2011 comenzaron a levantar la “generación sin miedo”, que continúa este año en la ocupación de colegios para terminar con la educación paga, por el modelo pinochetista educativo que continuaron la Concertación y ahora Piñera. Esa juventud que se politiza, milita, sale a las calles, no les gusta. Miran el mundo y ven a los jóvenes que encabezaron las luchas contra la dictadura de Mubarak en Egipto, a los jóvenes que pueblan las plazas de los Indignados, y esa juventud no les gusta. O a los que ya desde hace un año protagonizan el Occupy Wall Stret en el seno del imperialismo norteamericano. Ellos tienen que temer la politización de la juventud.

Reclamamos, exigimos, que en todos los colegios, lugares de trabajo y dependencias estatales haya plena libertad de agitación política. Porque se trata de que todos puedan hacer política. Frente al discurso despolitizador de algunos y regimentador por parte del oficialismo que cree que sólo los representantes de su juventud pueden ir a hablar en los colegios, exigimos el derecho elemental a que todas las juventudes políticas puedan ir a hablar a los colegios públicos y privados, también a los lugares de trabajo.

El Director Nacional Electoral decía que la Argentina es muy generosa con los extranjeros. Creo que estaba pensando, no en los residentes, sino en los propietarios extranjeros. En algunos que tienen centenares de miles de hectáreas en nuestro país como Benetton, para los que son los propietarios del 66% de las 500 principales empresas en nuestro país, que son de capital extranjero, y que duplicaron el nivel de remesas que giran al exterior. O para los que se cobraron centenares de miles de millones de dólares de deuda externa, claro que les va a parecer que Argentina es un país generoso. Pero para los trabajadores migrantes que construyen las viviendas y la obra pública, con una tasa de informalidad que llega al 40%, para las trabajadoras domésticas con una tasa de trabajo no registrado todavía superior, para los que trabajan en los campos en la peor ilegalidad, ¿cómo decir que nuestro país es generoso? Es todo lo contrario, la clase capitalista y los políticos que defienden sus intereses los explotan sin pudor y hoy se está discutiendo como una gran ampliación de derechos…

¿Cómo no defender el derecho al sufragio y a la ciudadanía ilimitada de los trabajadores que todos los días dejan su sangre trabajando jornadas de 12, 14, 16 horas? Es increíble que mientras se dan todo tipo de privilegios a los propietarios extranjeros, se les niega a quienes trabajan en nuestro país. Es un abuso: dos años de ser explotados en negro en una obra de construcción para recién tener el derecho a votar. Esos trabajadores, bolivianos, paraguayos, peruanos, uruguayos, hermanos latinoamericanos, tienen que tener pleno derecho a decidir lo que se hace en el país donde trabajan. ¿O acaso para ser explotados se les pregunta de qué nacionalidad son? No, se los superexplota y después les niegan los derechos políticos, que hay que reclamar plenamente para ellos, para elegir y ser elegidos. ¿Cómo la comunidad boliviana no puede tener diputados si constituye una fuerza enorme de la realidad social de nuestro país?

Y no me voy a olvidar de tres nombres: Emilio Canaviri Alvarez, Rosmary Chura Puña, Bernardo Salgueiro, caídos en el parque Indoamericano por la represión conjunta de la Policía Federal y la Metropolitana cuando reclamaban un derecho constitucional, el derecho a la vivienda. Después de muertos no se construyó ni un centímetro cuadrado de lo que fueron las promesas del gobierno nacional y de Macri.

La juventud tiene que tener el derecho al sufragio, la mayoría de edad a los 16 años, hay que garantizar para los jóvenes que a los 16 quieran emanciparse el sostenimiento estatal, para que puedan seguir estudiando. Y hay que garantizarle todos los derechos a los trabajadores migrantes. Esa es nuestra posición, pero sabemos que ningún derecho, en el caso del sufragio liquida la desigualdad real. Junto con esto decimos derecho al trabajo, a la salud, a la educación, a la vivienda, y eso será lo que los jóvenes conquisten con su organización, con su lucha, con su movilización, como ha sido a lo largo de la historia. La juventud es un componente esencial, lo ha sido históricamente, para terminar con un sistema basado en la explotación y la opresión. Por eso, todos los derechos para la juventud, todo los derechos para los trabajadores migrantes. Nuestro más sentido homenaje a Darío y Maxi, a Mariano Ferreyra, a Paton, a Gere, a los compañeros asesinados en Rosario, del Frente Darío Santillán y a todos los jóvenes que pelean contra la explotación y la opresión.

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