Al asumir como rector de la UBA, el veterinario Rubén Hallú se comprometió a realizar una Asamblea Universitaria (el máximo órgano de gobierno) para reformar los estatutos. Lo hizo, acosado por la gran ilegitimidad de haber asumido en el Congreso Nacional, custodiado por 700 policías, tras una dura represión a los estudiantes y con el apoyo de todos los sectores de la elite profesoral: desde los decanos llamados “progresistas” hasta los que apoyaron al funcionario de la dictadura Atilio Alterini.
Finalmente, el Rectorado de la UBA puso como fecha el 6 de agosto. Como veremos, pretenden llevar a cabo, en el mejor de los casos, un peculiar gatopardismo: cambiar casi nada, para que nada cambie. Así lo hicieron recientemente en el Colegio Carlos Pellegrini, ante las exigencias de democratización por parte de los estudiantes. Mediante esta reforma trucha buscan frenar la exigencia de democratización, que este año se extendió a las universidades de La Plata y de Rosario.

Dime qué propones y te diré que defiendes

Aprovechando la relativa calma (y el receso) que se vive en la universidad, desde el Rectorado se aprestan a aprobar una reforma que legitimaría el antidemocrático régimen universitario, ya de por sí uno de los más restrictivos del país. En declaraciones a Página/12, un profesor alineado con el Rectorado sostuvo que “la proporción del cogobierno en las facultades es buena y representativa”, es decir que la pequeña oligarquía de profesores que dirige la UBA está más que satisfecha con el estatuto actual que, justamente, garantiza su dominio. A lo sumo, están “dispuestos” a incorporar a algún trabajador no docente, pero sin voto, es decir, como una suerte de adorno. Ni mención hacen del reclamo de mayoría estudiantil, histórico en el claustro estudiantil, o el de claustro único docente, que reclama la AGD1de la UBA.

Por su parte, el bloque de decanos “progresistas”, levanta la tibia demanda de “elección directa”2y la reforma de los consejos directivos, hasta lograr la igualdad entre claustros. Todo esto, evitando sacar los pies del plato de una gestión de la UBA a la que aportaron numerosos secretarios y subsecretarios.

Sin embargo, no se descartar que intenten pasar reformas de contenidos más reaccionarios, tal como institucionalizar un CBC de dos o tres años, o legalizar la práctica habitual de impulsar el llamado “financiamiento propio” en las facultades, políticas defendidas por el Banco Mundial y los principales organismos capitalistas, y exigidas por la Organización Mundial de Comercio. En el caso del “financiamiento propio” este viene siendo una vía de entrada regia para los capitalistas en la universidad.

Movilizarse contra la asamblea trucha

Nada bueno puede venir de esta Asamblea Universitaria de Hallú y cía. Las organizaciones estudiantiles combativas, los centros y el activismo universitario, en primer lugar la FUBA, deben convocar a movilizarse el 6 de agosto para rechazar la Asamblea Universitaria trucha. Desde En Clave ROJA hacemos este llamado. El movimiento estudiantil debe levantar las banderas de la mayoría estudiantil, el claustro único docente, el voto de los no docentes como también la lucha por expulsar la injerencia capitalista en la universidad, dan batalla a las camarillas capitalistas de la UBA y la perspectiva de poner en pie una universidad para los trabajadores y el pueblo pobre.

Lamentablemente, tenemos que decir que contra esta perspectiva atenta la política que comparten las corrientes de la conducción de la FUBA (PO, PCR y MST) de ubicarse como opositores a nivel UBA, pero ser parte de las gestiones de los decanos kirchneristas Trinchero (Filosofía) y Sorín (Arquitectura). Mal puede decirse uno antigubernamental, y apoyar simultáneamente a los representantes principales del gobierno en la UBA: los decanos. Incluso, una manifestación de la crisis de esta política es que el planteo que los copresidentes de la FUBA hacen sobre “conquistar” la igualdad entre los claustros, no es otra que la que vienen mencionando Schuster, Trinchero y cía., que por su parte…¡son parte del Rectorado!

Desde aquí llamamos a la conducción de la FUBA a romper con los decanos kirchneristas y a que convoque a reuniones abiertas para preparar una gran movilización y un acto unitario el 6 de agosto.