Luego de despedir a casi 200 contratados y lograr el retiro “voluntario” de unos 40 efectivos y el despido directo de dos efectivos, se anunció el plan de 300 despidos más, de la planta permanente. Sin embargo, con el comienzo de la producción en todas las líneas, se cayó la farsa de la empresa y Daer: la amenaza de los 300 despidos en marzo o la de sacar todo un turno por la crisis económica es una mentira grande como la fábrica. Su verdadero plan es crear un clima de temor para imponernos salarios congelados, mayores ritmos de producción, aceptar nuevamente cientos de compañeros trabajando por agencia durante tres meses y a la calle, y para que no luchemos por el reconocimiento del cuerpo de delegados. A su vez la empresa recibió una ayudita del gobierno K “a instancias de Olivos el Palacio de Hacienda flexibilizó para la gigante estadounidense Kraft Food, las duras normas de ingresos de capitales a la Argentina” (Clarín 13-2-09).

Un engaño poco creíble

Tras ausentarse durante años y entregar todas las conquistas posibles, Daer volvió a Terrabusi para reunirse con la empresa y posar que pararía los despidos. De repente, la empresa, aunque aún no firmó nada, dijo que iba a reveer el plan. Daer y la Verde, pensando que los trabajadores de Terrabusi perdimos en algún lugar nuestro cerebro, quieren convencernos que ellos han parado los despidos. Para colmo la empresa sigue presionando con los ritmos de producción, va a seguir con aprietes para conseguir mas “retiros”.

Kraft esta a toda máquina, y quiere aprovechar el tiempo que le queda antes de que llegue verdaderamente la crisis a la industria de la alimentación, para sacarnos todo el jugo posible al más bajo costo. Nos chantajea y lo tiene a Daer de cómplice, como siempre, quien a su vez quiere hacer pie en la principal fábrica del gremio.

A nuestro entender hasta ahora la mayoría de los compañeros de la Comisión Interna no han tenido una política acertada. En primer lugar no llamaron a asambleas cuando fueron los despidos, tanto de contratados como de efectivos y estos pasaron sin mayores problemas, siendo una fábrica de tradición combativa que supo enfrentar ataques duros. Solo a la noche se hicieron asambleas, donde se fueron votando medidas de lucha para proponer a los demás turnos.

Ahora es más necesario que nunca la realización de asambleas masivas por turno. En ellas los trabajadores podremos desenmascarar la jugada de la empresa y Daer. Para esto trabajamos los compañeros de la agrupación Desde Abajo, sacando 3.000 volantes denunciando todo esto y llevando la discusión a las líneas. Creemos que es necesario plantear en las asambleas que nada se firma en el Ministerio sin acuerdo de la base de la fábrica, que se firme una cláusula donde expresamente se prohíba aumentar los ritmos de producción, que se terminen con los aprietes y retiros “voluntarios”, que se excluya toda cláusula de paz social o congelamiento salarial, que se elijan delegados para discutir paritarias. Le exigimos a la Verde el reconocimiento inmediato del Cuerpo de Delegados y proponemos la realización de un plebiscito como hicieron los compañeros del Subte si es que alguien duda sobre la voluntad de los trabajadores de Terrabusi de contar con un gran Cuerpo de Delegados por sector, reconocido.

Corresponsal de la Alimentación