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Informaciones Obreras

Terrabusi - Gral. Pacheco: Brutalidad capitalista

8 de junio 2006

El sábado pasado no fue un día cualquiera para los que trabajamos en Terrabusi. Pablo Yánez, un compañero contratado, fue atrapado por los rodillos de acero de una de las líneas. La máquina le trituró el brazo hasta el omóplato. Durante una hora y media estuvo atrapado con su brazo hecho pedazos, desmayándose y recuperando la conciencia constantemente, porque la Jefa de Producción no permitía que se cortara la lona de la línea para socorrerlo, argumentando que “vale U$S 30.000”. Luego llegaron los bomberos y lo sacaron. Hoy se encuentra internado en terapia intensiva y puede perder la vida. La infernal maquinaria capitalista mutiló otra vez la vida de un trabajador.
Ese sábado por la tarde muchos nos quedamos a hacer horas extras, apretados por el bolsillo o por la empresa. Entre ellos, Pablo, que ese día no quería pero los líderes y supervisores se lo impusieron. Mientras limpiaba la máquina, otro compañero que no pudo verlo la encendió y esta le chupó el brazo. Es que para hacer ese trabajo en condiciones seguras hacen falta 4 o 5 personas, para limpiarla en forma paulatina y sin electricidad. Pero la patronal esclavista de Terrabusi impone que el trabajo de cinco lo hagan uno o dos, y para poder hacerlo en el tiempo previsto, los compañeros la limpian encendida, si no es imposible. Esto lo saben la patronal y la burocracia, pero lo dejan correr, ya que en Terrabusi no se enciende una línea de 60 metros de largo sin que la empresa lo sepa.
Por su parte, Pedro Rojas, el responsable de Seguridad e Higiene en la planta y miembro de la Directiva de Daer, hace años permite que los accidentes y mutilaciones sean algo común. Tan común que algunos compañeros lo aceptan como natural y hasta le echan la culpa a Pablo por negligencia. ¡Eso no es así! ¡No se puede decir lo mismo que los patrones! ¡Las causas de los accidentes son los ritmos brutales de producción, las horas extras obligadas, la flexibilización laboral!. O sea, todo lo que el Sindicato avaló durante años. ¿O acaso a alguien se le ocurre que con el aumento miserable (y en cuotas) que negoció Daer y la Federación vamos a poder dejar de hacer horas extras y llegar a fin de mes? 
Mientras tanto, la CI dirigida por el PCR-CCC no hizo más que una tibia denuncia en el comedor y sólo pegó una declaración pidiendo medidas de seguridad. Para comparar, hace unos meses en Pepsico Snacks, cuando un trabajador perdió cuatro dedos en condiciones similares, nuestra compañera Catalina Balaguer paró la línea y organizó una asamblea en la que se votó una comisión obrera de seguridad e higiene. La patronal impidió que surgiera, pero se mostró el camino para enfrentar la brutalidad capitalista en la fábrica. Así tenemos que hacer en Terrabusi, y para empezar, hay que imponer un quite de colaboración en los tres turnos y asambleas en el comedor para discutir que nuestras vidas y nuestra seguridad en la fábrica las tenemos que controlar nosotros, en el camino del cuerpo de delgados y el control obrero de la fábrica. 



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