Después que FOETRA firmó el acuerdo con Telecom, los trabajadores del otro pulpo de las comunicaciones seguimos la lucha. Durante dos semanas los trabajadores de Telefónica hicimos paros con ocupación de edificios y repartidores para impedir el trabajo de terceros, marchas y escraches a Movistar, TELEFE y hasta la ocupación de un call center que trabaja para Aerolíneas contra la dureza de esta multinacional española, que ni siquiera quería dar lo poco que otorgó Telecom.

El famoso “sale con fritas” de Claudio Marín (CTA-MIC) anunciando que al firmar con Telecom íbamos a dividir el frente patronal, se demostró lo opuesto. Con los trabajadores divididos (los de Telecom volvieron a trabajar), los patrones de Telefónica se envalentonaron, y querían flexibilizar el convenio. Y eso obligó a la conducción a llevar adelante medidas como la ocupación de edificios y piquetes, como habíamos propuesto desde la Violeta días atrás en la asamblea general de afiliados. Pero en aquel momento la moción que hicimos de rechazar el acuerdo de Telecom y radicalizar las medidas (ocupaciones, piquetes, etc) era una vía para conseguir el 25% para todos y la dirección de FOETRA la rechazó de plano. Por la política de estos dirigentes, de aceptar el techo salarial que impuso Kirchner, una lucha ofensiva por aumento de salario se había convertido en una lucha defensiva contra un nuevo ataque al convenio.

Y decimos “nuevo ataque” porque ya el acuerdo firmado con Telecom además de incluir un aumento de solo 16%, contiene cláusulas que avanzan sobre el convenio colectivo de trabajo, como el escalonamiento y rotatividad horaria y hasta un ataque al derecho a huelga que obliga a los trabajadores a garantizar una guardia de un 10% de la dotación en los paros. Este acuerdo había sido rechazado por mas del 70% de la base con los mandatos que se llevaron a un plenario de delegados, pero luego en la asamblea general el mismo fue impuesto por la conducción con una maniobra burocrática, donde no se contaron los votos porque había una leve mayoría por el rechazo.

En este marco, el lunes 6, la directiva del sindicato informó al plenario de delegados un supuesto acuerdo que impone a las partes un arreglo peor que el de Telecom. El plenario votó la suspensión de las medidas, que ya habían firmado los dirigentes. Varios edificios llevaron mandatos en contra de la suspensión o de abstenerse por no haber bajado las actas a la base con anterioridad. Es que no hay actas, hay una resolución de Tomada que debe ser aceptada, y donde dice que FOETRA “reconocen que es facultad de este Ministerio dictar medidas que permitan superar el conflicto arbitrando soluciones equitativas”. ¡El gobierno actúa como abogado de la empresa proponiendo un cambio a la baja del convenio! Y FOETRA se hace vocero y defensor de esta política oficial. La Violeta propone el rechazo a este acuerdo con Telefónica.

En la base telefónica hay cansancio por tantos meses de lucha (las 2 últimas semanas unos parando y otros no) y por maniobras burocráticas, que son vistas como un chantaje para torcer una votación a favor. En este clima los dirigentes de la Azul y Blanca convocan a una asamblea general de afiliados para este jueves 9. Pero mas allá del resultado les será difícil superar el desprestigio que alcanzaron en esta lucha.

Miles de trabajadores telefónicos vieron una dirección burocrática, maniobrera y tibia que no se atrevió a proponer las medidas duras que había tomado en la huelga del 2005 y que aflojó cuando la base mostraba determinación de seguir peleando.

Las distintas agrupaciones opositoras y antiburocráticas, junto a activistas y luchadores incluyendo obviamente a los contratistas debemos reagruparnos en un polo clasista para luchar por una nueva dirección para FOETRA. La lista Violeta transita ese camino.