Ochenta trabajadores de Atento fuimos trasladados con un aviso de 48 hs. de Barracas a un nuevo edificio en Almagro. La sorpresa fue grande cuando ingresamos a un garaje de Mc Donalds “acondicionado” como call center. Las condiciones son nefastas; paneles de aglomerado, sin computadoras, sin puerta de emergencia, sin auriculares para poder atender, etc. Un nuevo Cromagñon puede suceder allí, demostrando que a Telefónica la vida de los jóvenes trabajadores le interesa nada. A su vez, cambió compulsivamente los horarios a 18 trabajadores, sabiendo que muchos tenemos otro trabajo por el miserable sueldo que nos pagan ($700), que estudiamos o tenemos hijos. Estos despidos encubiertos y la falta de tareas (no recibimos llamadas ni tenemos claves para conectarnos) profundiza el vaciamiento que desde hace más de un año viene haciendo con nosotros. Es que los trabajadores de Barracas fuimos y somos los que siempre resistimos la política de esta empresa multinacional. Aunque tiene 3 edificios “habitables”, nos aísla para que “no contagiemos a los demás pibes con nuestras ideas, experiencia y lucha”, como nos dicen los supervisores y gerentes. Esta resistencia, es la que no soporta la empresa. La dirección del gremio nos dejó a la deriva porque no ha enviado ni un inspector para que verifique las condiciones edilicias como pedimos el viernes pasado. Tampoco se ha pronunciado por los “retiros voluntarios” ni los cambios de horarios que se vienen sucediendo.

Los trabajadores de Atento tenemos que redoblar la pelea y exigir al gremio que se haga presente: que unifique nuestro reclamo en el paro y movilización por salario del viernes 4 de mayo, y así recomponer la unidad con todos los efectivos. Como escribimos en un comunicado de asamblea: “FOETRA no puede mirar al costado, ni excusarse en la falta de interlocutor. El interlocutor es uno solo y se llama Telefónica, y es esa la verdadera patronal que está empeñada en desmantelar una lucha testigo contra el tercerismo y la precarización”.