Después de varias semanas de conflicto en TECHINT la lucha llegó a su final. La patronal despidió a cerca de 600 trabajadores. Para esto tuvo que militarizar la fábrica con unos 500 efectivos de la policía provincial enviados por Di Rocco, Ministro de Seguridad de la provincia y ex intendente de la ciudad de San Nicolás, menemista de la primera hora. En respuesta, los trabajadores hicieron una asamblea y votaron paro por tiempo indeterminado y marcha al sindicato de la UOCRA.
El reclamo era de aumento salarial y del pago del premio que cobran los trabajadores de SIDERAR efectivos y un sector de los contratados. La disposición a la lucha de los trabajadores fue muy importante y venían de sacarse de encima a la vieja comisión interna y la reincorporación de 127 despedidos. Pero la patronal volvió a despedir más trabajadores junto a la amenaza de postergar la obra del ALTO HORNO. El objetivo era político: tenía que quebrar esa moral de lucha.
Pero la nueva comisión interna montada sobre un sentimiento de los trabajadores de enfrentar a la patronal careció de una política independiente, llevando el conflicto a una encerrona. Depositaron ilusiones en políticos de los partidos patronales como el presidente del Consejo Deliberante De Felipe, del kirchnerismo y la UOCRA nacional de Gerardo Martínez que envió al burócrata Romero a negociar con la patronal. Romero es un viejo conocido, porque entregó la lucha de Piedra del Aguila y hoy es aliado incondicional del gobierno y organizador de la Plaza del SI de Kirchner. La negociación terminó con un acuerdo donde continúan las obras para lo que se reincorporá parte del personal, pero con una paz social y no pagando los días caídos.
Después del acuerdo los delegados de la comisión interna aceptaron una indemnización extraordinaria por “retiro voluntario” y la intervención de la UOCRA San Nicolás, con hombres de confianza de Martínez.
Hoy, después del resultado del conflicto, es necesario sacar algunas lecciones: los trabajadores tenemos que confiar en nuestras propias fuerzas, no depositar ninguna confianza en funcionarios kirchneristas y punteros del PJ. Tenemos que desarrollar una política independiente que nos permita enfrentar en otras condiciones los ataques del gobierno y las patronales.