Lo venimos haciendo desde que comenzó la lucha de los compañeros, poniendo el cuerpo acá, aportando al fondo de huelga, haciendo acciones en Neuquén.

Tenemos que hacernos eco de esta lucha, de enorme importancia porque se enfrentan a una multinacional poderosa. Nosotros queremos transmitir, desde el Sindicato Ceramista, el compromiso y la necesidad de discutir algunas cuestiones que nos están haciendo falta, y consideramos imprescindibles.

Está bien defender a los compañeros de Terrabusi porque hoy es uno de los puntos que nos marca el destino de los trabajadores. Pero esto también nos tiene que hacer reflexionar, en medio de la crisis internacional que estamos viviendo, que el desafío es grande, y así como ellos se organizan, nosotros tenemos que dar pasos en nuestra organización. Como siempre lo hemos planteado desde el sindicato ceramista y la experiencia de los obreros de Zanon, tenemos que empezar a encontrar puntos de coordinación.

Agruparnos. Porque el enemigo no es sólo Kraft, sino un sistema que quiere descargar la crisis sobre nuestras espaldas. Hay que estar a la altura de las circunstancias.

Lo que están demostrando las obreras y obreros de Kraft es que tienen una voluntad de resistencia enorme. Han resistido la presión de los jefes, de la patronal, pero también a la policía, la militarización de la planta. Y los compañeros resisten. Eso nos marca que lo que nos estamos proponiendo lo podemos llevar adelante. Porque demuestra que hay un movimiento obrero que resiste, que lucha. Si estamos en condiciones de resistir, estamos en condiciones de dar un paso adelante. Esa es la tarea y el desafío que tenemos.