En la provincia de Santa Fe ya se anuncian cierres y despidos, la receta patronal para descargar cualquier efecto de la crisis económica internacional sobre las espaldas del pueblo trabajador.

El grupo brasilero JBS, actuales dueños de la empresa Swift amenaza con cerrar su planta en la localidad de Venado Tuerto con el consecuente despido de los 517 operarios, el 2% de la población local. La planta se encuentra hace 20 días paralizada por la suspensión de la faena. A los trabajadores se les dio vacaciones obligatorias. A su regreso se implementó y extendió la garantía horaria hasta el próximo 10 de enero. Junto a esto la empresa ofrece retiros voluntarios para todos.

El 4/1 ya se conocen noticias de que el titular del frigorífico Molinares afirma que de continuar las actuales condiciones de la industria de la carne, la sede rosarina, con 1500 empleados correría el mismo destino.

Por detrás de estas amenazas de la multinacional JBS se esconde la negociación por la cuota Hilton, que se acuerda el 10 de enero y de la cual Swift viene recibiendo entre 2700 y 3000 toneladas anuales, y otros registros de exportación con destinos como Israel o Estados Unidos.

Junto a este negociado para el cual usa más de 2000 familias como chantaje, está la baja del consumo per cápita en Argentina (menos gente come carne, pero las patronales se enriquecen exportándola), la baja relativa del precio internación y la pérdida de ganado a causa de las sequías para las cuales no existen medidas de paliamiento por parte de los estados ni de los hacendados y dueños de la tierra.

Hasta el día de hoy el Sindicato de la Carne y la Federación no han pasado de expresar “su preocupación” y actuar como negociadores intermediarios entre el gobierno nacional y las patronales. En el 2010 se perdieron más de siete mil puestos de trabajo. Pero no han convocado ni una sola acción para demostrar a las patronales que los trabajadores no se dejan faenar.

Ni el gobierno del Partido “Socialista” y la oposición provincial del PJ han hecho nada para evitar este mazazo sobre los trabajadores de la provincia.
No harán tampoco porque siempre han sido socios (Reutemann, Obeid, Binner y ahora Bonfatti) de las patronales del campo y de los empresarios locales y extranjeros.

Santa Fe, cuenca lechera, jardín de la soja, gran productora cárnica y lugar natural de las grandes cerealeras y puertos (privados, por cierto), podría alimentar a centenares de miles de personas y dar trabajo a otras tantas de no estar gerenciada por los capitalistas más miserables que con tal de optimizar ganancias desplazan pobladores, agotan la tierra, envenenan el suelo, los ríos, los pueblos y la gente, dejando además un tendal de despidos, accidentes y muertes obreras.

Es urgente la estatización sin pago y bajo la gestión de trabajadores, consumidores y pobladores se expropien el conjunto de los puertos, los frigoríficos, las cerealeras y las tierras de los pulpos imperialistas y los empresarios campestres e industriales para que la crisis no la paguemos los trabajadores.