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MOVIMIENTO OBRERO

Subte: un debate sobre la crisis del transporte y el "nunca menos"

Entrevistamos a Claudio Dellecarbonara, delegado de la línea B y dirigente del PTS

PTS

15 de marzo 2012

A raíz de la crisis del transporte han surgido distintas posiciones. En una entrevista a Beto Pianelli, dirigente del sindicato de trabajadores del Subte y de la CTA de Hugo Yasky, le preguntaban en la revista Debate su opinión sobre la cuestión ferroviaria, y daba una explicación de la situación de abandono. ¿Cuál es tu análisis sobre esa crisis?

Hay una notable ausencia en la visión de Pianelli sobre la debacle del transporte público, que tiene que ver con la responsabilidad de los diferentes gobiernos que mantuvieron el régimen de las privatizadas hasta hoy, después de casi 10 años de kirchnerismo, sin soslayar a quienes administraron la Ciudad de Buenos Aires. Es insólito no referirse a la política de premiar con subsidios a las empresas concesionarias; además de no controlar, los funcionarios que debían fiscalizar muchas veces tomaron parte en negocios con las empresas.

Ese es el punto clave que no señala el compañero: que la responsabilidad no es sólo de los empresarios, sino del Estado y sus distintos gobiernos, con la inestimable colaboración de las burocracias sindicales que apoyaron este esquema llevándose una parte de estos subsidios. Pero además a tanto descalabro hay que ponerle nombre y apellido: que yo sepa la política de transporte en estos años se diseñó desde la Rosada, con De Vido, Jaime, Schiavi y los mismos Kirchner. Lo dicen los familiares de las víctimas de Once, ¿para qué negarlo?

La gestión del Subte no escapa a esta lógica…

Como todas las concesiones, fue otorgada sin realizar ninguna inversión, o sea con riesgo cero. Todo ese dinero que se recauda por venta de pasajes, alquiler de locales, publicidad, alquiler de los túneles para transporte de cables, señalética, antenas de telefonía celular y subsidios, ha ido a parar al Grupo Roggio que a través de Metrovías administra el servicio de subterráneo y el ferrocarril Urquiza. Se llevó inmensas fortunas dejando librados a su suerte los trenes, las vías y las estaciones.

Los únicos que hicimos denuncias en todas las instancias y en forma pública, los que iniciamos planes de lucha para que esto cambie, fuimos los trabajadores, como cuerpo de delegados primero y como AGTSyP después, con el apoyo de comités de usuarios. Del otro lado, los diferentes gobiernos, la Justicia, el Ministerio de Trabajo, la CNRT, la Secretaría de Transporte y la empresa misma, lo único que hicieron es perseguirnos, judicializarnos, descontarnos días.

En su intento de deslindar responsabilidades, Pianelli le lava la cara a la CNRT planteando que hace muchas inspecciones pero que tiene las manos atadas. Es una falsedad, porque justamente si es un organismo de control una de las cosas que debería fiscalizar es si se cumplen o no los términos del contrato. Como no se cumplieron, está en condiciones de quitarles la concesión. Esto no lo hizo porque como venimos denunciando, los organismos de control del Estado son cómplices de las empresas. Si estos organismos tienen trabas heredadas de la Ley de Reforma del Estado, es una confesión de que hay una continuidad con el esquema menemista.

Al buscar qué salida dar al problema, Pianelli dice que es facilista plantear que hay que estatizar el servicio, ¿qué opinás?

La discusión de fondo es cuál es la verdadera solución, más allá de si es fácil o difícil. No hay mayor “facilismo” que seguir como hasta ahora, lo que además es bastante perverso. La salida más económica para que el transporte público sea justamente eso, público, cómodo, eficiente y sobre todo seguro, es dejar de mantener a tantos parásitos. Hay que sacar a las empresas del frente de las concesiones y reestatizar bajo administración de los propios trabajadores y comités de usuarios.
La inmensa mayoría de los usuarios de los servicios públicos somos trabajadores. Somos los únicos preocupados en que sean seguros y los que sufrimos las consecuencias: los que murieron en Once eran trabajadores, no funcionarios, ni empresarios, ni burócratas sindicales. Para Pianelli habría que conseguir “empresarios buenos”, que, contra su naturaleza, piensen en el bien común. Eso sí que es una utopía. La única salida realista es la que planteamos nosotros.

Pianelli en ningún momento se refiere a los usuarios, al pueblo que viaja...

Esto es un verdadero retroceso de nuestras mejores tradiciones. No compartimos el espíritu corporativo que pretende imponerse en nuestro sindicato, por el cual sólo se piense en el interés del grupo de trabajadores representados, sin darse cuenta que junto a los trabajadores que viajan como usuarios, somos parte de una misma clase, tenemos los mismos problemas y los mismos enemigos. Por eso fuimos firmes impulsores de las medidas contra el tarifazo.

En la entrevista, Pianelli aparece preocupado por el debate sobre la seguridad en el subte

En vez de tomar partido en la interna entre el gobierno nacional y el de la Ciudad sobre cómo distribuir las fuerzas de seguridad, tendríamos que poner nuestro empeño en denunciar que el principal problema de “inseguridad” es la falta de inversión y mantenimiento, que hace que los usuarios cotidianamente tengamos que viajar peor que ganado. En Once había muchos policías, pero eso no evitó ni puede evitar que la falta de mantenimiento provoque algo así: 51 trabajadores perdieron la vida. Ese es un verdadero crimen político del Estado, de los diferentes gobiernos, de las empresas, con la complicidad de la burocracia. Nosotros no podemos ser cómplices de esta situación.

En Debate Pianelli dice que en el kirchnerismo te levantan la mano y te dicen “ganaste”

Estos compañeros lo único que hicieron últimamente es defender los intereses del gobierno nacional. Para esto hacen una operación sencilla, que es comparar la situación actual con la de los ‘90 y el 2001, cuando las únicas conquistas que obtuvimos los trabajadores en los últimos años fueron producto de la lucha, de una crisis enorme en la Argentina en el 2001, que dejó como saldo de las jornadas del 19 y 20 de diciembre más de 40 muertos, precedido por levantamientos de ciudades enteras, movilizaciones en las calles, con sindicatos saliendo a pelear, con tomas de fábricas, con lucha de clases. Producto de esta relación de fuerzas y de la devaluación de Duhalde, los gobiernos que siguieron tuvieron que ceder en parte para poder garantizar la gobernabilidad y el sistema capitalista en la Argentina.

¿“Ganaron”, alguien les “levantó la mano”, como dice Pianelli, a los millones de trabajadores que no superan la línea de pobreza con salarios de $2.000, los que tienen que dejar la vida en la fábrica, 12 o 14 horas para ganar un poco más, que tienen que viajar en estos transportes públicos sin saber si podrán llegar de vuelta a sus casas? ¿Y el Proyecto X, la inteligencia que se hace para procesar a los 5.000 trabajadores, delegados y dirigentes, luchadores obreros y populares?

Nosotros no apoyamos el “nunca menos”. Sabemos que en una sociedad dividida en clases hay gobernantes, burócratas sindicales y empresarios que tienen intereses completamente opuestos a los de los trabajadores y el pueblo pobre. Desde nuestra agrupación tratamos siempre de dar este debate con nuestros compañeros y luchar para que nuestros intereses de clase se coordinen con los de otros trabajadores. Sabemos que la única solución a esas penurias (no sólo en cuanto al transporte, sino a educación, salud, vivienda y opresión de todo tipo) es unir nuestras fuerzas de conjunto contra nuestros enemigos de clase, para cambiar de cuajo esta sociedad. A eso apostamos desde el periódico Nuestra Lucha y el PTS, aquellos que somos militantes y que luchamos por la revolución obrera y socialista. Desgraciadamente, en muchas ocasiones Pianelli enfrenta con más vehemencia nuestras ideas que las de algunos funcionarios del gobierno y los políticos patronales.


BP también plantea que Moyano “desprecarizó” Coto. ¿Qué pensás?

Pareciera que se olvida que Moyano es Secretario General de la CGT y como tal es responsable de no haber tomado la menor medida de lucha contra la precarización de millones de trabajadores. Tampoco contra el aumento de las tarifas ni por los muertos de Once…

Tratar de embellecer a un dirigente que más allá de sus declaraciones contra el gobierno lo que más hizo fue defender los intereses de la clase explotadora (y por lo tanto a sí mismo como empresario del transporte y recolección de residuos) porque “desprecarizó” un Coto para tratar de ganar más afiliados, sería gracioso si no involucrara la vida de millones de trabajadores.
Por otra parte, Moyano defiende constantemente a la UTA en el Subte como el único gremio representativo de los trabajadores, cuando no es más que una burocracia cómplice de Metrovías, como se vio hace pocos días con el lockout patronal. Esto es un llamado de atención también para nuestra organización, porque estamos peleando todavía por obtener la personería gremial, que este gobierno y el anterior nos negaron constantemente.

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