Despues del categórico pronunciamiento de 1.800 trabajadores en el plebiscito que culminó el 12 de febrero, los trabajadores del Subte no tenemos tiempo que perder. Los pasos dados en la construcción de un nuevo sindicato basado en el Cuerpo de Delegados en este lugar estratégico de la Ciudad, de cara a millones de trabajadores del país, demostró nuestra voluntad de ir hasta el final.

La rápida respuesta del Ministro Tomada frente al contundente paro - contra el ataque de la patota el 5 de febrero y a la masiva votación - no se hizo esperar. Ellos saben que frente a la crisis necesita, dirigentes dóciles que estén prestos a entregar cada una de nuestras conquistas.
Qué mejor ejemplo que el favor que le está haciendo la directiva de la UTA, que hace pocos días firmó un “acuerdo” salarial de una suma fija y miserable de 300$ para las líneas de corta distancia. Fernández está marcando el camino que podría seguir la cúpula de la CGT.

Ya Moyano se había adelantado señalando los “sueldos importantes” de los trabajadores del Subte. Fue este Cuerpo de Delegados el que consiguió con su lucha la jornada de 6 horas por trabajo insalubre y los aumentos de sueldo por encima de los topes que nos quiso imponer la UTA y la patronal de Metrovías.

Los próximos pasos

Por eso, la tarea planteada con urgencia es ponerle fecha a la elección de delegados y comenzar a organizarla con la modalidad decidida previamente en las asambleas. Para contar con un organismo más democrático y representativo, deberían ser elegidos en cada línea, por sectores y por turnos y, al mismo tiempo elegir los paritarios junto a la propuesta salarial. Con esto deberíamos impedir que la UTA negocie nuestro convenio y nos imponga su tope salarial.

Un organismo que funcione con mandato de asamblea será nuestra más importante garantía para enfrentar cualquier ataque de la empresa y mantener nuestras conquistas.

Como he dicho en varias oportunidades, además, tenemos que desarrollar un amplio debate democrático sobre las características del nuevo sindicato, su programa y estatuto que culmine en una gran asamblea por turno o general que vote la constitución del sindicato y sus bases.