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Subte: plan de demandas contra Roggio-Metrovías

El Ministro Tomada terminó de sacarse la careta frente a los trabajadores del subte y mostró, una vez más, su disposición a mantener sus relaciones carnales con la burocracia de la CGT: nos negó el simplemente inscripto y había que intentar parar el plan de lucha de los trabajadores.

Claudio Dellecarbonara

3 de diciembre 2009

El Ministro Tomada terminó de sacarse la careta frente a los trabajadores del subte y mostró, una vez más, su disposición a mantener sus relaciones carnales con la burocracia de la CGT: nos negó el simplemente inscripto y había que intentar parar el plan de lucha de los trabajadores.

Como lo expresé públicamente, la firma del acta del pasado 26 de noviembre por parte de la mayoría de los delegados, fue un importante error: se aceptó la propuesta del Ministerio sin que haya una clara votación previa sobre su contenido en las asambleas por líneas y sectores, más aún cuando este acuerdo tiene el condicionante de impedir la continuidad de nuestro plan de lucha por la inscripción gremial con una cláusula de paz social en el conflicto “intra” o “intergremial”, nada más y nada menos, que por un año. Por eso no firmé el acta. El punto que implica la extensión de la tutela para los delegados es la concesión que tuvieron que hacer el Ministerio y la empresa para que pase el resto de los ítems en discusión.

En el marco de las jornadas de consulta del Acta, según informan los delegados, la mayoría de los trabajadores del subte han decidido aprobarla, considerando las concesiones logradas producto de la lucha que comenzamos hace más de un año , como un paso adelante. Sin embargo, importantes sectores de la línea “B”, como “Tráfico”, “Auxiliares”, etc, votó en contra del acta por considerar que la “paz social” nos ata las manos para enfrentar a las provocaciones de la UTA y porque se podía seguir luchando por el reclamo que venimos llevando adelante hace más de un año, que es la simple inscripción. En el mismo sentido, se expresaron voces críticas en las líneas.

Asambleas “ad referéndum” o mandato de base

Este método de firmar acuerdos “ad referéndum” de las asambleas es el que aplica la dirección de FOETRA de la cual es miembro Claudio Marín, que “alguien” designó, no se sabe porqué, como “asesor” del subte en las negociaciones en el ministerio de Trabajo. El método de firmar actas con las patronales telefónicas “ad referéndum” ya ha provocado rebeliones antiburocráticas en la base de los trabajadores de FOETRA y le ha valido al dirigente de la CTA y amigo de los Kirchner, una fuerte oposición en su gremio. Contrariamente, a los trabajadores del subte el método que nos hace fuertes frente a la patronal y la UTA es el de basarnos en las asambleas y manejarnos con mandato. Si en general esta es la posición que reivindicamos, qué podemos decir de la firma de un acta, que más allá de concesiones parciales, implica que no nos darán nuestro legítimo reclamo por el cual, además, no podremos luchar por un año.

Lo menos que podíamos exigirle al Ministerio eran propuestas claras y el tiempo suficiente para analizarlas y debatirlas nosotros mismos. Por eso la línea “B” tenía el mandato de no firmar antes de discutir en las asambleas. ¿Qué sectores de trabajadores puede creer que algo de lo que se firmó puede ser cambiado? ¿Por qué a nadie se le ocurre que se puede hacer tal o cual enmienda? Simplemente porque es “cosa juzgada” y no se puede volver atrás. Defender nuestras posiciones, aún quedando en minoría, no debilita sino que fortalece la democracia de los trabajadores. Disentir, debatir y saber actuar como uno solo frente a la patronal y la burocracia es una de las cosas más importantes que nos diferencian del modelo sindical de los Fernández o calañas por el estilo.

Paz social

La firma de la paz social es una enorme concesión a Tomada. Todo lo que hemos conseguido los trabajadores del Subte es, sin duda, producto de los contundentes y masivos paros, de nuestras campañas y de los importantes aliados que conseguimos por nuestra causa. Estas han sido las herramientas con las que luchamos quienes tenemos la representación gremial del principal medio de transporte de la Ciudad. En momentos en que la patronal del país discute con preocupación la respuesta, por parte de los sectores sindicales y las organizaciones sociales, a la alta inflación prevista para el próximo año, el compromiso de paz social es un mal antecedente. En particular, por el ejemplo que constituye el subte para los demás sectores del movimiento obrero. El acta aclara que se aplica sólo para casos de enfrentamiento “intra” o “intergremial”. No sólo este punto nos ata frente a las posibles patoteadas de la UTA, también condiciona la defensa de nuestro salario en las paritarias que sigue su potestad. ¿Qué pasa si la UTA negocia como ya lo ha hecho en varias oportunidades, a la baja? Ellos tendrán como argumento que estamos rompiendo el acta y estaremos sometidos a mayores presiones por parte de la patronal, el Ministerio y la UTA. Las condiciones para nuestra lucha serán más difíciles que la relación de fuerzas que quedó establecida con el último gran paro.

Lo que pasó es que el gobierno y el Ministerio de Trabajo, con la colaboración del dirigente de FOETRA, Claudio Marín, lograron cambiar el eje de nuestro reclamo, haciendo aparecer la simple inscripción como algo imposible cuando los trabajadores mostramos una y otra vez que teníamos la fuerza para seguir y el Ministerio se encontraban en una posición de debilidad defendiendo a la odiada burocracia sindical. Si algunos compañeros opinaban que más que esto no se podía conseguir por el momento, aunque no es lo que pensamos nosotros, se podía haber pedido unos días para debatir democráticamente con todos los trabajadores la necesidad de hacer una suerte de “armisticio” por un plazo determinado en medio de la lucha. No fue el caso. Se cedió al chantaje de Tomada y el ministerio de trabajo que nunca es un ámbito neutral, está para defender los intereses de las patronales y el gobierno.

Asambleas para debatir y votar nuestros reclamos

El próximo paso tiene que ser hacer asambleas en todas las líneas para discutir y votar los reclamos pendientes contra la patronal de los Roggio-Metrovías. Si el ministerio y la patronal reconocen a los delegados como representantes de los trabajadores tenemos que tomarles la palabra y exigir un plus salarial de fin de año, la bolsa de trabajo para que la UTA no pueda manejarla a su antojo, el manejo de las categorías, entre otros puntos sentidos por los trabajadores del subte.

Por otra parte, no podemos abandonar la lucha por la inscripción del sindicato. Nada impide poner en pie una campaña nacional e internacional que denuncie que en la Argentina de los Kirchner no hay democracia sindical buscando el mayor apoyo por nuestro reconocimiento y organizar una gran marcha para demostrar que los trabajadores seguiremos adelante por nuestro legítimo reclamo.

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