El martes 18 la ciudad amaneció con un nuevo conflicto en subterráneos. Esta vez, los trabajadores habíamos decidido mayoritariamente hacer retención de tareas para reclamar doble aguinaldo y la bolsa de trabajo, entre otras demandas.

El día lunes 17 los delegados nos proponíamos realizar una conferencia de prensa, como habitualmente lo hacemos en el hotel Bauen, para anunciar las acciones planificadas para el martes. Pero esta no fue una conferencia más y los periodistas presentes pudieron corroborarlo.

Rompehuelgas

Repentinamente la sala del Bauen se pobló con una patota de la UTA. Esperaban que comenzáramos a hablar para montar una provocación. Al desbaratarles la maniobra y levantar la conferencia para no facilitarle las cosas, la patota “hizo lo suyo” golpeando a delegados, trabajadores de prensa y del hotel y causando destrozos en las instalaciones. La banda de matones contó con zona liberada: un colectivo y una traffic la esperaba en pleno Callao y Corrientes, y una vez cumplida la tarea, ésta se fue por donde había venido ante la complicidad policial. Todo quedó registrado en las cámaras de los medios. Horas más tarde, cuando decidimos trasladar la conferencia a Primera Junta, el grupo de la UTA volvió a aparecer por los andenes agrediendo nuevamente a delegados.
No es necesario decir que el matonaje sufrido despertó el odio y la indignación de los trabajadores del subte, sentimientos que quedaron constatados en la masividad de la medida. Fue prácticamente nula la existencia de carneros y la gran mayoría de los compañeros de todas las líneas se plegaron al quite de colaboración.

¿Quién dirige el subte?

La pregunta fue respondida durante la jornada y la burocracia de UTA resultó ser amplia perdedora.

Sin embargo su modo de operar hasta el momento, las provocaciones, las acciones violentas de un grupo de matones del gremio, avalados por Metrovías y el gobierno, que presagian acrecentarse, abren el interrogante de cómo encarar la lucha en este período y clarifica conclusiones que ya estaban presentes en conflictos anteriores.

La primera de ellas demuestra que no es posible pensar la posibilidad de mantener una convivencia pacífica con la burocracia de UTA. No son compañeros equivocados sino personal pago. En cuanto a la pregunta de cómo luchar, los acontecimientos también muestran que ya no puede pensarse en mantener las conquistas ni conseguir nuevas, si no se parte de preparar al activismo y al conjunto de los compañeros para enfrentar decididamente a la patota de rompehuelgas. La dureza de nuestra lucha o de otras como la del Casino o Mafissa, por sólo mencionar algunas, enseñan que los trabajadores debemos recurrir a métodos de auto defensa para evitar que la acción de las burocracias terminen acallando nuestros reclamos.

Cómo fortalecer el cuerpo de delegados

En estos días se demostró que hay ánimo de lucha: en Rancagua los compañeros expulsaron de la asamblea a integrantes de la patota. Son síntomas que no deben desperdiciarse ni mucho menos desalentar. Contrariamente se trata de impulsarlos, de ponerlos como ejemplo para demostrarle al conjunto que nuestra fuerza no es tan poca ni tan débil y que no por nada, aunque lo hayan intentado, la acción mancomunada de Metrovías, la UTA y el gobierno no hayan podido quebrarnos. Esta es la cuestión fundamental y es la causa por la cual hoy el cuerpo de delegados es atacado. Bajo este panorama queda sólo un camino: fortalecer al cuerpo de delgados elegido por los trabajadores ampliando la organización y retomando la realización de reuniones abiertas al activismo.

En la reunión de delegados de hoy (martes 18) resolvimos elevar al Ministerio del Interior una denuncia sobre el accionar de la patota. Responsabilizamos al gobierno, a la UTA y a empresa por cualquier ataque que puedan sufrir los trabajadores del subte o sus familias. También resolvimos hacer asambleas en el día de mañana para discutir el balance del paro, las nuevas medidas y debatir una propuesta de realizar una nueva medida para el jueves 27.