El pasado jueves se realizó una reunión entre el cuerpo de delegados y el secretario personal de Roberto Fernández, secretario general de la UTA. El motivo de la cita, según las palabras del enviado, era “limar asperezas”, “corregir errores” y “saber qué queríamos”. La respuesta unánime de todos los delegados y activistas presentes fue clara: elecciones ya por líneas y talleres, sin proscripciones, adecuando el número de delegados a la cantidad de trabajadores actuales y con padrones conocidos previamente antes del 10 de diciembre.

Este pedido está sustentado y respaldado por los mandatos de diferentes asambleas, por la nota presentada al Ministerio de Trabajo y por las más de 2.500 firmas de trabajadores del subte exigiendo la convocatoria a elecciones.

La UTA venía intimidando a los trabajadores con sus patotas, presentando actas truchas o utilizando el mismísimo tribunal de ética para sancionar a los delegados. ¿Qué cambió para que la UTA amague con este “giro dialoguista”? Por un lado, sus métodos de matonaje no pudieron desmoronar la voluntad de los compañeros y, por otro, se vieron imposibilitados de hacer efectivas las sanciones contra el Cuerpo de Delegados a partir del fallo favorable de uno de los amparos presentados ante la Justicia contra el congreso trucho que la UTA había montado.

Ahora más que nunca exigir la convocatoria

Para poder arrancarle el llamado a elecciones a la burocracia los trabajadores del subte debemos organizarnos concientemente. No podemos confiarnos ni relajarnos porque Fernández haya mandado a su secretario a tener una reunión “amistosa” con el cuerpo de delegados. Se trata de los mismos personajes que históricamente (en complicidad con Metrovías y los distintos gobiernos) reventaron nuestros derechos.
En estas semanas, hasta el 10 diciembre, debemos impulsar asambleas en todos los sectores para profundizar la exigencia de elecciones y concretar su convocatoria.

Para fortalecer al cuerpo de delegados, en las próximas reuniones del mismo deben participar los compañeros elegidos en los distintos sectores como candidatos o delegados de hecho y todos aquellos que quieran participar de esta pelea. Tenemos que desplegar la energía de los compañeros expresada en las más de 2.500 firmas y ponerla en movimiento para ganar esta pulseada contra la dirigencia de la UTA.

Debemos difundir esta exigencia, darla a conocer a los usuarios y a la
opinión pública, intensificar la pegatina de carteles y el reparto de volantes, organizar actos o marchas y conseguir pronunciamientos de organizaciones y personalidades políticas, sociales, etc., denunciando el atropello contra nuestro derecho a elegir representantes en momentos en que la Corte Suprema de Justicia falló a favor del derecho a elegir delegados de base.

Abrir el debate en esas asambleas para que los compañeros propongan y voten las medidas más efectivas para lograr ese objetivo. De esta manera se robustecerá la organización de base retomando las mejores tradiciones del cuerpo de delegados del subte. En este sentido es ineludible que los que formamos parte del actual cuerpo de delegados nos pongamos a la cabeza de esta impostergable tarea. ¡Elecciones democráticas ya!