A un mes de que se cierre la paritaria y en medio de un “ingreso desordenado” de algunos delegados a la CTA, nuestro sindicato tiene que votar su orientación y su plan de lucha.
 
Como adelantamos en el último LVO algunos delegados integraron la lista única en las elecciones de FETIA (Federación de Trabajadores de la Industria de la CTA) que se realizaron el 1 y 2 de julio (1), sin abrir siquiera la discusión en un plenario. Comparten lista con dirigentes burocratizados como Claudio Marín de Foetra (que apareció en el Ministerio de Trabajo para presionar por la firma del acta), Pedro Wasiejko (que como denuncian los delegados de FATE dejó pasar 200 despidos en el sindicato del neumático) o Carlos Bruni de la UOM Campana (uno de los que acusaron y expulsaron de esa seccional a un delegado y un grupo de activistas por exigir la profundización de un plan de lucha). Dirigentes, en su mayoría, alineados con Yasky, que apoya abiertamente al gobierno que nos niega nuestro derecho a tener la inscripción sindical.
 
Nosotros, por el contrario, queremos ser parte de la pelea del conjunto de nuestra clase contra los parásitos que encabezan la CTA y la CGT.

Queremos ligarnos a otros sindicatos y ser parte de una nueva experiencia sindical basada, como en el subte, en el enfrentamiento a la burocracia y a la patronal, en la democracia sindical y la independencia del Estado. Pero la forma de hacerlo es contraria a como proceden estos compañeros. No podemos hacerlo de espaldas a la base y acordando con dirigentes atornillados hace años a sus puestos, sino junto a los compañeros enfrentando las prácticas burocráticas y en pos de recuperar nuestras organizaciones.

No queremos un sindicato interesado sólo en sus problemas, encerrado en el peor de los corporativismos y aislado de las luchas del resto de los trabajadores.

Estamos a favor del ingreso a la CTA, pero para confluir con sus sectores combativos, como el sindicato recuperado del SUTNA de San Fernando, las internas antiburocráticas, las corrientes opositoras en docentes y en estatales y miles de activistas que realmente creen en la democracia sindical.

Queremos entrar a la CTA para luchar por las banderas históricas del Subte. Queremos entrar a la CTA para combatir a la burocracia enquistada en su dirección. Queremos entrar para unirnos a los miles que integran la Central y son críticos de su conducción.

Y para eso, en el Subte debemos definir un proyecto claro y un programa preciso.

Con la agrupación Desde las Bases repartimos cientos de boletines con nuestra posición. Vimos una profunda desconfianza, mucha desinformación sobre qué es la CTA y cómo actúan sus dirigentes y una visión crítica hacia toda decisión que arranque de esta manera.

 
¡Pelear por el 35% ya!

En un mes cierran las paritarias y no conseguimos ninguna de las reivindicaciones que llevamos al Ministerio de Trabajo. Tomada, que es apoyado por el yaskismo, sigue negándose a cumplir con el reclamo que le presentamos en la marcha de marzo.

Están pendientes demandas muy importantes. No hay motivos para conformarnos con el aumento que el gobierno le “tire” a la UTA. Tenemos que seguir peleando por el 35% que votaron los compañeros en varias asambleas de la B y otras líneas. Tampoco podemos abandonar la pelea por mejores condiciones de trabajo y por el sistema de francos. Le exigimos a la empresa que nos dé dos francos semanales, pero no hicimos nada por conseguirlo.

¿De qué nos sirvieron estos meses discutiendo cada semana con la empresa en el Ministerio? ¿O alguien creyó que íbamos a convencer a Metrovías de que nos dé lo que pedimos, sin luchar?

¿Qué sindicato queremos?

Se traslucen dos caminos en la construcción de nuestro sindicato. Después de meses discutiendo en el Ministerio, cuando llega el momento de pelear por el temario que instalamos, quienes en su momento firmaron la paz social por un año hoy nos cambian la agenda y quieren dejar los plenarios sin resoluciones, imponiendo “con los hechos” una discusión apurada para entrar a la CTA, sin definir un proyecto que enfrente a su burocracia.

Nosotros creemos que es momento de definir un plan de lucha por nuestros reclamos inmediatos, prepararnos para imponer la legalización de nuestro sindicato y abrir una discusión con todos los compañeros que defina nuestros principios. Y definir también un plan para la formación de una corriente sindical combativa, antiburocrática, que enfrente a la patronal y mantenga la independencia política del Estado.

Necesitamos de inmediato un plenario de delegados que organice esta agenda y prepare una asamblea general de todo el Subte para definir de una vez por todas nuestras autoridades y nuestro proyecto (estatutos, declaración de principios, etc.).