Lamentablemente en esta pelea por la democracia sindical y la libertad de expresión de todos los compañeros que defienden los intereses y los derechos de los trabajadores, encontró ausente a los compañeros del MAS, que guardaron silencio durante toda la asamblea, mientras la patota no solo imponía su política de aceptar el acuerdo, sino que quebraban el método histórico de la Marrón en Fate.
Esto fue una consecuencia de su política oscilante, que terminó subordinándose a la seccional que apoyó el acuerdo de la CTA y las patronales, miserable como siempre. En la asamblea que votó el paro se hizo un bloque con los delegados del MAS y otros compañeros. Pero luego se negaron a mantenerlo pese al llamado público a hacerlo. Cuando la seccional violó el mandato de Asamblea y llamó a votar por el NO en el plebiscito, el MAS se opuso tibiamente, para que no se note que ellos en FATE son un actor secundario y subordinado. Cuando la seccional llamó a la movilización no hizo más que elogiarlos, cuando los principales dirigentes estaban preparándose para levantar las medidas y firmar el acuerdo, en vez de organizar un bloque clasista y luchador para imponer un verdadero plan de lucha. Cuando llegó la asamblea final donde se viola la democracia sindical y se vota a favor del acuerdo, el MAS se mantuvo callado, avalando con su silencio el acuerdo que ellos mismos calificaron como miserable. El MAS ahora tendrá que definir si quieren de una vez admitir que la Seccional no está en manos combativas y se organizan para construir una alternativa; o seguirán callados para venderle a sus propios militantes el cuento de que dirigen Fate aunque los resultados estén a la vista.
Esperemos que cambien y se pueda luchar en común por Seccional de lucha y democrática.