Los estudiantes chilenos le demostraron una vez más al gobierno que el movimiento está lejos de un “desgaste” como Piñera pretendía. El jueves 22 se movilizaron 300.000 jóvenes en todo el país obligando al ejecutivo a nuevos llamados al diálogo y una serie de compromisos que dan cuenta de la verdadera relación de fuerzas. De la mano de sus aliados dentro del movimiento, las Juventudes Comunistas (JJ.CC.) y la Concertación, ahora intentan la maniobra de “cerrar el semestre”. Pero la vanguardia del movimiento, los que la burocracia estudiantil llama “ultras” y entre quienes se encuentran nuestros compañeros del PTR-CCC, dan una dura pelea contra los “moderados” de la dirección que tratan de levantar el movimiento.