Los Rocca son una patronal transnacional que concentra el 35% de la producción mundial de tubos de acero para petróleo y gas, más la producción de aceros planos y chapa. Con fábricas en Argentina, México, Italia, Rumania, EE.UU., China, Canadá, Venezuela y quién sabe donde más.

Esta semana en Ternium (Guerrero, México) pudimos ver otra vez ver de dónde salen los millones que hacen de los Rocca “una familia exitosa”, lo que le valió a Paolo el título de “el gran maestro” de boca de Cristina Kirchner. Claro, es el gran maestro de los negocios a costa de sangre obrera. Esta vez lamentamos la muerte de 10 obreros mexicanos, a causa de una explosión en la acería.

Pero para los trabajadores de esta empresa, lamentablemente, no es ni extraño ni novedoso. Ya lo vivimos en Siderar San Nicolás, con la muerte del compañero Marazco, joven de 22 años, que presionado por la patronal volvió al puesto de trabajo, donde un mes antes se había producido un grave accidente. Lo mandaron directo al lugar de su muerte.

En Siderar ya son 18 los muertos desde la privatización

Tampoco son ajenos a estas situaciones los trabajadores de Propulsora Ensenada, donde todos los días están ante una potencial tragedia por las pésimas condiciones en que trabajan.

En Siderca Campana también. El caso de Cabral, de un joven estibador y de López Amarilla, que hace 3 años dejó su vida cuando la empresa no lo capacitó para la tarea de altísimo riesgo a la que fue asignado de un día para otro. Esa vez, el gerente general de Siderca, Noriega, mostró todo su desprecio por la vida obrera: “limpiemos todo que a la 1 de la mañana arrancamos”. Los trabajadores respondimos con un paro de 24hs., que le impusimos a la burocracia sindical.

Ahora, escuchar a los gerentes y CEOS de la empresa Ternium México decir: “estamos consternados, estamos investigando” nos genera más odio.

Para la patronal es siempre “una tonelada más de acero” y “si tiene que correr sangre obrera, que corra”. Mientras la burocracia sindical actúa como cómplice, nosotros seguiremos peleando en defensa de la vida obrera, por comités de seguridad e higiene independientes. 

¡No más muertes obreras!