Pasaron más de seis meses desde que los trabajadores de Mahle iniciaron su lucha contra el cierre definitivo de la empresa.150 compañeros siguen ocupando la planta y hace diez días comenzaron un acampe frente a la Gobernación en Rosario.La última semana marcó una profundización de la lucha.

Terrabusi es contagioso

Como si fuese una enfermedad, la heroica lucha de los trabajadores de Terrabusi se transformó en un ejemplo para los que enfrentan cierres, despidos y suspensiones. Mahle no podía ser la excepción.

El viernes 23 se realizaron 5 cortes simultáneos en las entradas de Rosario. El pedido de la viceministra era que levantaran el acampe.

Lamentablemente la mayoría de la comisión interna defendió esa postura en la asamblea, pero el sector más combativo explicó que en 6 meses el gobierno nacional y provincial siempre tuvo el mismo discurso, pero la solución no llega y hace más de un mes que no perciben salario, ofreciendo tan solo el fondo de desempleo. La conclusión era lógica: mantener el acampe y profundizar la lucha con nuevas acciones.

Binner y Cristina: una pareja que hace ruido, pero nunca trae nueces

El lunes, en una nueva asamblea, un sector de compañeros propuso una nueva acción aprovechando que la presidenta venía a la General Motors para anunciar el nuevo modelo que ella financió con mas de 200 millones que le pertenecen a los jubilados.

Desde el medio día y con un sol abrasador, cortaron parcialmente la Autopista Rosario-Buenos Aires, realizando una volanteada a más de 5.000 vehículos y elaboraron un petitorio para entregarle la presidenta. Una delegación fue recibida por un funcionario del gabinete, mientras el resto entonaba cánticos que exigían una solución favorable e inmediata, tuvieron eco en los medios nacionales obligando a que Cristina deba declarar “su preocupación por la situación de Mahle” y que Binner pida “que el nuevo auto tenga blocks de Paraná Metal y aros de Mahle”.

Si verdaderamente les “preocupa la situación de Mahle” y “la negociación está encaminada”, que el gobierno nacional y provincial se hagan cargo del salario íntegro de todos los compañeros en lucha hasta que se reabra la fábrica.

Coordinar 

Mientras tanto las 150 familias que se encuentran en lucha son el símbolo provincial de la resistencia contra los cierres y los despidos.

Hoy más que nunca es imperiosa la necesidad de coordinar todos los sectores combativos y en lucha, empezando por los docentes de AMSAFE que tras fracasar las paritarias, salen a la lucha.

Los trabajadores de COTAR, de Paraná Metal, los docentes universitarios, los portuarios y otros sectores están en lucha, pero se encuentran dispersos y en varios casos traicionados por su gremio como la UOM Rosario.

La CTA que hace más de diez meses prometió convocar un plenario de trabajadores y delegados de todo el cordón aún no ha dado ese paso más que necesario.

Hay que convocar urgentemente un plenario regional desde Mahle y AMSAFE que agrupe a todos los luchadores, rodee de solidaridad los conflictos y plantee un pliego común de reivindicaciones para que la crisis no la paguen los trabajadores, sino los patrones del campo y de la ciudad.
 Hay que imponerle al gobierno nacional y provincial la estatización de toda empresa que cierre o despida, como Mahle o Paraná Metal, para mantenerla bajo control de sus trabajadores. Como hicieron los ceramistas de Zanon. Se puede.