Schiaretti, Juez y Negri, seguirán gobernando para los grandes empresarios. Ellos no son ni más ni menos que gerentes de VW, Fiat, de los call center, de Aceitera General Deheza o de Arcor. Estos empresarios, amasaron millonarias ganancias en los últimos años gracias a nuestros bajos salarios, al trabajo precario, a las tercerizaciones, al trabajo en negro.

Y para hacerlo, han contado con dos importantísimos apoyos. Por un lado, el de los gobiernos de De la Sota y Juez, que para garantizarles aún más beneficios han puesto los fondos del estado a su servicio, otorgándoles exenciones impositivas, reducciones tarifarias, el pago de una parte del sueldo de los trabajadores, etc. Por otro lado, han contado con la complicidad de la burocracia sindical, como Camioneros y el Smata en Cargo, o la paz social que firmaron la UEPC y el SEP con el gobierno. Y estas alianzas se expresan también en sus listas: Bischoff, gerente de Fiat desde hace 40 años, encabeza la lista de candidatos a legislador de Juez. Y en estas mismas listas participan Varas de la UOM, Cornatosky de UEPC, Clavijo de Luz y Fuerza.

Denunciamos que a su vez, el salario promedio en Córdoba es de sólo $875, el 43% de trabajadores están en negro y un 10% aún sigue desocupado. Y mientras los empresarios que se han quedado con las empresas de servicios han hecho grandes negocios, más de 20 barrios de la ciudad no tienen agua potable ni gas natural. Denunciamos la falta de presupuesto para salud y educación y la situación de las escuelas y hospitales.

Pero también, opusimos a esta situación una salida obrera y popular. Para terminar con la desocupación y la pobreza, hay que repartir las horas de trabajo entre todas las manos disponibles, con un salario básico acorde a la Canasta Familiar, indexado según la inflación. Planteamos la necesidad de terminar con los subsidios a las grandes ganancias y, por el contrario, llevar a cabo una verdadera reforma impositiva que empiece por imponer impuestos progresivos a las grandes ganancias. Es necesario eliminar el IVA, así como todos los impuestos al consumo popular. Con todos estos fondos se puede llevar adelante un profundo plan de obras públicas para dar trabajo a los desocupados, controlado por los trabajadores, para construir viviendas para los miles de cordobeses que no tienen su casa; para arreglar los hospitales y las escuelas públicas, para llevar el agua y el gas a los barrios populares. Con estos recursos, es posible también triplicar el presupuesto para salud y educación y llevar el salario de los docentes y empleados públicos a un mínimo equivalente a la canasta familiar. Hay de terminar con la precarización laboral, que afecta sobre todo a los jóvenes: tercerizaciones, contratos basura, trabajo en negro, salarios mucho más bajos y peores condiciones laborales.

Pero también, intentamos ser muy claros en que una salida de este tipo, la solución a todos estos problemas, no va a venir de la mano de los políticos patronales. Por eso, hemos insistido en la necesidad de comenzar a dar pasos en la construcción de un gran Partido de Trabajadores, que luche por poner de pie una nueva intelectualidad revolucionaria, por sumar a los estudiantes que han cumplido siempre un importante rol histórico intentando que liguen su suerte a la de la clase obrera, pero sobre todo a esta gloriosa clase obrera cordobesa que hoy, aunque aún no ha protagonizado todavía luchas decisivas, aunque aún no haya podido sacarse de encima a la burocracia sindical, ha recompuesto sus fuerzas en los últimos años y, no dudamos, tendrá mucho que decir en el próximo período. Para organizar la enorme fuerza social de los 25.000 obreros metalmecánicos, de los 15.000 jóvenes que trabajan en los call centers, de los más de 50.000 docentes y las decenas de miles de empleados estatales y de servicios, para que junto a los estudiantes universitarios y secundarios y al pueblo pobre de córdoba, comencemos a romper con la idea de que la política siempre la hacen otros.

Nuestra apuesta es que cuando esta nueva clase obrera, termine una experiencia con el kirchnerismo y luche por recuperar lo perdido, haya dado importantes pasos en dotarse de una organización política independiente que la lleve al triunfo.
Estamos orgullosos de levantar nuestra voz para denunciar los problemas más acuciantes de los trabajadores y las mayorías populares, de ser el único partido que lleva en sus listas en cargos importantes a compañeros referentes de las luchas de la provincia, como el compañero Chicho, despedido de Cargo Renault, contando con el apoyo de muchos de sus compañeros, que no sólo se han reunido para debatir estas ideas, sino que nos ayudaron a difundirlas; estamos orgullosos de los casi 20 docentes que integran nuestras listas. Estamos orgullosos de que jóvenes trabajadores luego de alienantes jornadas se hayan sumado a las actividades para difundir estas propuestas así como de contar con el apoyo de decenas de estudiantes.

En estas elecciones es necesario que se escuche bien fuerte la idea de que es posible oponer a esto una salida propia de los trabajadores contra los intereses del gran capital.