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Santa Fe: “Las empresas sojeras y los terratenientes se llevan millones”

Oscar “Chiche” Hernández

18 de octubre 2007

EN SANTA Fe 640 de los más grandes establecimientos del campo son dueños de una superficie total de más de 3.715.539 hectáreas. Son sólo un 2% de los propietarios, pero se quedan con más del 33% de la tierra.
En el sur de la provincia están cosechando fortunas millonarias, ya que el 90,0% de la superficie está cultivada con soja, que se cotiza a más de 700 dólares la tonelada.
Cargill, el gigante de los granos, fertilizantes y alimentos de ganado, de origen norteamericano, es una de las que más exporta. Lo mismo que Bunge, el procesador número uno de oleaginosas en el mundo, instalado también en los puertos de Rosario junto con Vicentin, Noble, Dreyfuss, Molinos y otras.
Esta es la “patria sojera” (transnacional) y de las aceiteras, que salen ganando con los Kirchner,Obeid y Binner.
Son los grandes exportadores, que se benefician con la devaluación, porque venden en dólares a China y otros países, pero en Argentina pagan salarios en pesos, y reciben subsidios de parte del gobierno, quita de impuestos, “promoción industrial”, tarifas de luz y gas subsidiadas. Son las mismas empresas que están denunciadas por contaminación ambiental, que monopolizan desde el acopio de granos, hasta los puertos. Las corporaciones que impulsan el modelo “sojero” con monocultivo, a costa de la tala de bosques, y la consecuente erosión de los suelos, que provocan inundaciones como la que sufrió dos veces la ciudad de santa fe y este año afectó a gran parte del centro de la provincia.
En la provincia de Santa Fe se producen alimentos que podrían cubrir las necesidades de toda la población de nuestro país (carnes, leche, aceites y cereales), pero en las góndolas de los supermercados los precios para el pueblo trabajador se hacen cada vez más inaccesibles.
Luchar por el control de precios y el monopolio del comercio exterior es empezar a enfrentar los intereses de estas grandes corporaciones, que se llenan de oro a costa del pueblo trabajador. Ni Kirchner, ni Obeid ni Binner pretenden tocar sus ganancias, y se comprometen ante cada ronda de empresarios a profundizar este “modelo exportador”.
Los trabajadores necesitamos un partido propio, para enfrentar a estos pulpos transnacionales y los empresarios nacionales como Techint, que con bajos salarios, precarización laboral ysuperexplotación, nos chupan la sangre y la convierten en dólares para sus bolsillos.
Cuentan con la colaboración de la CGT y la CTA, que no sólo llevan candidatos en las listas de los partidos patronales, sino que aislan cada lucha de los trabajadores.
No son ninguna salida las propuestas de Pino Solanas, que pretende recrear una “burguesía nacional” que proteja los recursos naturales, y que desde un “estado fuerte” distribuya la riqueza. Este cuento ya lo vimos cuando este mismo Pino Solanas apoyó la “revolución productiva” de Menem, el “gran cambio” del Frepaso y la Alianza o los “aires nuevos” de Kirchner en sus primeros tiempos. Las propuestas de Pino Solanas pretenden “distribuir la riqueza” sin afectar los intereses de estas grandes corporaciones, apostando a la “industria nacional”. Pero los burgueses nacionales, como Techint, que se quedó con la privatizada SOMISA, son los que más se benefician de este modelo de exportaciones y bajos salarios.
La fuerza para enfrentar a las grandes patronales y sus políticos corruptos, sólo puede venir de los millones de trabajadores que movemos todas las riquezas del país. Por eso es que desde el PTS apostamos con todo a la fuerza de una nueva generación de trabajadores que luchan contra la esclavitud patronal y las burocracias, y se organizan desde abajo. En Rosario son un ejemplo de este nuevo fenómeno, los jóvenes del lavadero Virasoro, que llevan más de 100 días de lucha, y que no logran el reconocimiento de su comisión interna, enfrentando a un patrón “esclavista” como Guidetti, y la complicidad de la justicia, los políticos y el ministerio de trabajo.

Prensa

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