• Desde marzo de 2002 los obreros ceramistas reactivaron la producción sin apoyo financiero ni privado ni estatal.
• La ayuda vino de su capacidad de organización, creatividad y de la comunidad; como la del pueblo Mapuche, aportando la arcilla para enfrentar el boicot de proveedores.
• La gestión obrera generó 220 nuevos puestos de trabajo.
• Actualmente son 470 familias las que viven de la fábrica.
• Para seguir produciendo tuvieron que pagar una deuda de la familia Zanon de un millón y medio de pesos.
• Mensualmente donan más de mil metros cuadrados de cerámicos destinados a las familias de bajos recursos, y han construido viviendas y un centro de salud.