Los empleados municipales pararán a partir de mañana y y se movilizarán a las 10 hacia la plaza 25 de Mayo. Esta vez, la medida de fuerza será por 38 horas y se extenderá hasta la medianoche del jueves. Las dependencias municipales estarán cerradas y tampoco habrá actividad en los distritos. Sólo se mantendrán guardias mínimas en el ámbito de la salud pública y Defensa Civil.

Esta es la cuarta huelga del año que debe soportar la gestión del intendente Miguel Lifschitz y la segunda del mes. Los municipales reclaman un aumento del 20 por ciento sobre el salario básico, lo que significaría -de acuerdo a las categorías de los empleados- un incremento del salario de bolsillo de entre 150 y 300 pesos.

El secretario general del gremio, Néstor Ferrazza, expresó que -luego de la medida de fuerza- "retornará el diálogo con el Ejecutivo", aunque dijo que demandarán respuestas dentro de los 15 días. "Somos partidarios de no esperar mucho tiempo antes de volvernos a manifestar", remarcó y consideró que de decidir un nuevo paro, "éste sería por 72 horas".

Reconoció que tampoco hubo avances en las reuniones paritarias y advirtió que otros municipios de la provincia se sumarán con similares medidas de fuerza. Por otra parte, remarcó que el gobierno rosarino "tiene una buena política externa, donde se muestra una ciudad que progresa; pero una mala política interna, porque las casi 200 reparticiones que maneja están desordenadas".


Una "importante" movilización
Ferrazza precisó que la movilización de mañana "será importante" ya que contará con la participación de las distintas delegaciones municipales que se encolumnarán hacia la plaza, y también se sumarán agrupaciones de jubilados.

En ese orden, descartó que puedan producirse incidentes frente al Palacio Municipal, aunque explicó que habrá grupos que se acercarán desde otros puntos de la ciudad: "En estos casos el comportamiento será responsabilidad de cada delegado gremial". Por último, confirmó que se volverán a reunir hoy en el local del gremio para pulir los detalles de la movilización.

Por su parte, el secretario de Gobierno municipal, Juan Carlos Zabalza, expresó que -previo a que la asamblea gremial decretara el paro- "se elevo una serie de propuestas y contrapropuestas que fue rechazada". En ese marco agregó: "Habrá que pasar el paro y después retomar el diálogo para encontrar alguna propuesta que satisfaga las demandas planteadas por el sindicato y las posibilidades del municipio".

"En estos momentos, el 20 por ciento de aumento solicitado es imposible", aseguró y pidió el reconocimiento hacia el municipio, que "en febrero acordó un blanqueo que supuso 25 millones de pesos en términos presupuestarios". También advirtió que Rosario seguirá con el reclamo de los fondos coparticipados ante la provincia y se mostró preocupado por el posible descuento a los municipios por la ley de financiamiento educativo, ya que "significaría una nueva quita de recursos".

Sobre la movilización de mañana, opinó que "los trabajadores tienen plena libertad de expresión, por lo que no asumiremos ningún tipo de seguridad en particular, sí vamos a tratar de garantizar que se trabaje normalmente hasta la hora del paro". Por último, pidió a los conductores que tengan precaución, ya que no habrá inspectores de tránsito en las calles durante los días miércoles y jueves.